Sociedad

«¿Pues yo vivo en China!»

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Afirma Sara Barrena que si hu-biera concebido a Yu Lai en su vientre «no la habría podido querer más». Y también que los pa-dres que tienen hijos biológicos y adoptados comentan con frecuencia que el grado de afecto que sienten por unos y otros es exactamente el mismo. Resulta imposible hallar diferencias entre ambos tipos de relación.

-Está claro que son hijos muy de-seados...

-Es cierto. Se les quiere mucho, porque son niños tan deseados y tan buscados... Es una espera que dura mucho más que un em-barazo biológico. Además, son especialmente entusiastas y agradecidos. Todavía me sorprende hoy día cómo todo le llama la atención. Es como si necesitara recuperar el tiempo perdido. Sara ha sido muy precoz. Anduvo con once meses; creció tres centímetros en sólo un mes. Cuando llegó estaba en el percentil nueve de estatura, y en poco tiempo pasó al cincuenta y tantos. Y es que devoraba. Con nueve meses comía calamares en su tinta.

-¿Y cómo es ahora?

-Muy sociable, muy alegre, muy viva... Como casi todas las niñas chinas que conozco; aprenden rapidísimo. ¿Qué puedo decir yo! Es la reina de la casa. En mi familia, además, es la única nieta.

-¿Ella no se siente diferente?

-Cuando empezó el colegio, nos dijo un día: 'En el cole me llaman china'. Y nosotros le hicimos ver que no es nada malo, que contestara: 'Pues sí, soy china, ¿qué pasa?'. Y ella decía: 'Es que al que me ha llamado china le he dicho bobo'. Pero nosotros le explicamos que china no es un insulto. De más pequeña, a un niño que le dijo que él jugaba mejor al fútbol, ella le respondió orgullosa: '¿Pues yo vivo en China!'. Hubo que explicarle que no, que sólo había nacido allí. Otras veces, si ve chinos en la calle o por la tele dice: '¿Mira, como yo!'.

-Y asume que es adoptada...

-Claro. No es nada negativo, todo lo contrario. Hay que tratarlo con naturalidad. Lo mismo que cuando le llaman china. Si le quitas importancia, ella también lo hará. En casa a veces preguntamos por ella diciendo: '¿Y la china, dónde está?'

-¿Piensan aumentar la familia?

-Sí, queremos repetir. Si vienen hijos biológicos, encantados. Pero creo que también volveremos a adoptar. Seguramente, en China. Lo que no sé es cómo se lo tomará Sara.