Los legajos abandonan el archivo de madrugada, en carretilla y con escolta

Los esfuerzos del Ayuntamiento salmantino para evitarlo fueron baldíos. Los documentos salieron del Archivo de madrugada, en carretilla, en medio de una fuerte escolta policial y con una cobertura mediática digna de récord: casi cien periodistas y técnicos de los medios audiovisuales presenciaron el traslado de las cajas desde el centro documental hasta las furgonetas en las que abandonaron la capital charra.

El colegio de San Ambrosio, que alberga el archivo, sufría desde el pasado miércoles una inusual presencia policial: de un lado, agentes locales empecinados en cumplir la orden municipal que prohibía el estacionamiento para carga y descarga en las inmediaciones del edificio; de otro, una cada vez más nutrida concurrencia de policías nacionales para garantizar la salida de los documentos.

Desfile de funcionarios

Ante la imposibilidad de aparcar junto a la sede del archivo, los trabajadores encargados del traslado estacionaron dos furgonetas a unos cien metros. A las 6.20 horas comenzó el desfile de los tres funcionarios, ataviados con un mono de trabajo azul y al mando de rudimentarias carretillas. «¿Dónde están los ladrones?», espetó uno de los escasos vecinos que se acercaron al lugar de los hechos. Una hora después finalizó la delirante mudanza

Los salmantinos tendrán que conformarse con las «copias auténticas» de los documentos que han salido del Archivo, incluyendo los de los particulares, quienes podrán «reclamarlos» en los plazos previstos, dijo la ministra de Cultura, que recordó la creación de un 'macroarchivo' de la Guerra Civil en la ciudad del Tormes.