Polideportivo

La cuenta atrás ya ha comenzado en Chiclana

El club ciclista Vipren Pepe Alba apura la pretemporada antes de afrontar el equipo cadete la primera prueba nacional el 10 de febrero

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El club ciclista Vipren Pepe Alba no es un sólo un club de jóvenes promesas de este deporte en constante cuesta abajo hacia el desprestigio a consecuencia de la lacra del dopaje. Este club llega a más. Es una familia. Un grupo humano que, comenzando con su presidente a la cabeza, intenta paliar la mala fama que persigue a este deporte a base de sacrificio, formación y

tesón.

En total, este club -santo y seña del ciclismo chiclanero- reúne hasta siete categorías diferentes. De menor a mayor edad se distribuyen en alevines, promesas, infantiles, cadetes, senior y sub-23. Lo suficiente como para que un pequeño se forme desde los cuatro años a los 25 que ya ruede en competiciones sub 23.

Se trata, a fin de cuentas, «de sacar a los chavales de la calle», manifiesta Pepe Alba, el alma máter de esta entidad. Desde hace un mes ya han comenzado los entrenamientos de una temporada que dará el pistoletazo de salida el próximo 10 de febrero en Extremadura con una prueba en la que correrá uno de los equipos donde se tienen puesta mucha esperanza este año, el conjunto cadete. En concreto, Alba asegura que hay mimbres suficientes como para conseguir hacer un gran papel en la Vuelta a Aragón que se celebrará en julio y que desde finales de 2005 ya preparan con la máxima ilusión.

Cada fin de semana, el velódromo de Chiclana acoge los entrenamientos de este grupo de jóvenes que se aferra al espíritu de este deporte para seguir defendiéndolo. Ayer mismo, el entrenamiento tuvo que suprimirse por el estado de la pista. Y es que el agua caida durante la mañana hizo que los técnicos decidieran no poner en riesgo la integridad de sus deportistas. Por razones obvias de la edad, en donde se muestra un mayor cuidado a la hora de enseñar son con aquellos que están dando sus primeras pedaladas. Alevines, promesas e infantiles reciben sus primeras nociones con el fin de ir acercándolos al deporte en sí.

Hasta entonces, «lo más importante es que se vayan adaptando e integrando en el grupo, en resumen, que se aislen de la calle», señala con propiedad Alba. Los más pequeños comienzan la competición en mayo.

Desde la dirección técnica del club se cuida hasta el límite que la convivencia entre los ciclistas sea exquisita. Ya en infantiles la formación del joven va notando una toque de seriedad. En otras palabras, un mayor traspaso de la responsabilidad. La filosofía del club en este aspecto es clara. «Los años de infantiles pueden ser como la EGB del ciclismo; a los chavales hay que ir preparándolos para la Universidad», advierte el presidente de esta rama deportiva del Grupo Vipren. Las competiciones hasta esta categoría se celebran en circuitos. Aún es temprano para que salgan a la carretera. Lo harán sólo un año después, en cadete. Una categoría donde Vipren quiere ver este año el fruto de toda esta formación.

Alrededor de 20 corredores cadetes han asumido por vez primera una responsabilidad mayúscula en su corta carrera. Se trata de convencer a la directiva a lo largo de esta temporada para que se inscriba al equipo en verano en la Vuelta a Aragón. La primera oportunidad para que estos jóvenes demuestren su potencial la tendrán el 10 de febrero en la primera prueba nacional de la temporada. Una etapa en carretera que se celebrará en Extremadura.