ESPAÑA

La Fiscalía pide embargar a un etarra que abrió una tienda bajo la casa de su víctima

El terrorista se declaró insolvente tras ser condenado por el asesinato de un militante de UCD en Guipúzcoa

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Fiscalía ha pedido a la Audiencia Nacional que embargue los bienes de Kandido Aspiazu Beristain, el etarra que en 1980 asesinó a tiros en Azkoitia (Guipúzcoa) al militante de UCD Ramón Baglietto y que en 2005, con su condena cumplida, abrió una cristalería en el bajo del inmueble en el que tiene su domicilio desde hace décadas la viuda del asesinado, Pilar Elías, que es desde hace años concejal del PP en este Ayuntamiento guipuzcoano y está amenazada por ETA, motivo por el que lleva escolta.

La reclamación de la Fiscalía, que debe resolver en los próximos días la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, podría fijar un precedente a la hora de reclamar a numerosos ex etarras en libertad las indemnizaciones a que fueron condenados por sus crímenes y que nunca pagaron a los herederos de sus víctimas por declararse insolventes, según comentaron fuentes judiciales.

Orden de alejamiento

El Ministerio Público, con esta solicitud, responde a las peticiones expresas realizadas por el Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, y por la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Ambos organismos reclamaron, especialmente indignados con el caso de Azpiazu, que las sentencias contra los etarras incluyan una pena de alejamiento del lugar de residencia de sus víctimas y que el Estado les reclame el pago de las indemnizaciones correspondientes a su salida de prisión.

La primera de las reclamaciones se concretó la semana pasada, cuando la Audiencia Nacional, por primera vez, condenó a uno de los asesinos del dirigente socialista Fernando Buesa y de su escolta Jorge Díez a permanecer alejado de las familias de sus víctimas y de sus domicilios durante cinco años a contar desde el momento en que salga de prisión.

Kandido Azpiazu fue condenado el 21 de noviembre de 1981 a 49 años y dos meses de cárcel por el asesinato de Baglietto y se le exigió el pago de 12 millones de pesetas a la viuda de la víctima y a sus dos hijos. El etarra salió de la cárcel en 1995, en libertad condicional, después de haber cumplido 15 años de pena real y de haber redimido una parte importante de la condena por buen comportamiento y trabajo en prisión. El condenado nunca pagó indemnización alguna a la familia de la víctima porque se declaró insolvente.

Préstamo

El Ministerio Público también solicita en su escrito a la Audiencia Nacional que reclame de La Caixa el embargo de las cuentas corrientes que pudiese tener Azpiazu en esa entidad financiera, ya que al parecer es la caja de ahorros que le concedió un crédito para poder poner en marcha su nuevo negocio de cristalería.

El asesinato de Baglietto suele provocar un especial rechazo porque la víctima salvó la vida a su asesino 18 años antes del atentado. La madre de Azpiazu murió en 1962, en Azkoitia, atropellada por un camión cuando trataba de salvar a su otro hijo, que corría junto a la carretera. Ambos murieron en el accidente. Kandido Azpiazu, que era un bebé y que iba en brazos de su madre, no murió porque Baglietto, que presenciaba la escena desde la puerta de su mueblería, corrió y arrebató el bebé de los brazos de la madre en el último momento.