Cultura

Tres mil años en mil páginas

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El olvido puede jugar terribles pasadas, desembocar en injustas consecuencias, abocar a impensables fracasos. Más allá de lo que se supo y se perdió, el puro y simple desconocimiento es el desenlace final para las generaciones que no llegaron a tiempo a la sapiencia. A ese saber que se atesora y se hace carne dispuesta, inteligente, que mira al futuro. En una tierra de tres mil años de historia, construida con las vidas de aquellos que poblaron un territorio estratégico, el descuido ha dejado demasiados cabos sueltos. Relatos imprescindibles para valorar el suelo que se pisa, tradiciones que amenazan disolverse en el ideario colectivo y que un editor avezado ha querido poner al alcance del gran público. Si hace doce años era la editorial Silex la que iniciaba el ambicioso proyecto de publicar una historia de la ciudad en varios tomos, hoy vuelve a ser la misma firma la que lleva a las librerías un volumen insólito por lo completo y asequible. Bajo la coordinación del catedrático de Historia Moderna, Contemporánea, de América y del Arte Manuel Bustos, Historia de Cádiz es más que un manual y un libro de consulta. Es una declaración de intenciones sobre una ciudad insólita por lo antigua y lo sabia, cuyo conocimiento estimula largamente al ámbito académico mientras se queda injustamente corto entre sus moradores.

«Ahora existen varias editoriales dedicadas al ámbito gaditano pero cuando nosotros empezamos hace ahora 12 años no existía prácticamente nada. Mi padre, que por entonces se había mudado a la ciudad, decidió que debía hacerse algo teniendo en cuenta que se trata de un lugar con una importancia clave en la historia de España. Empezamos así a reeditar libros como Las Cortes de Cádiz de Ramón Solís, a publicar guías artísticas... en definitiva, a ocuparnos de su historia, de sus personajes... así nació la colección en la que se quiso contar con los mejores especialistas en la materia», explica Ramiro Domínguez, director editorial de Silex.

Publicada entonces en cuatro volúmenes, la Historia de Cádiz comienza con Cádiz en la Antigüedad y Cádiz en la época medieval a cargo de Francisco Javier Lomas Salmonte y Rafael Sánchez Saus, continúa con Los años decisivos a cargo del propio Bustos, Cádiz en el siglo XIX por Alberto Ramos Santana y Cádiz siglo XX de José Luis Millán Chivite. Un verdadero elenco de nombres cuyo trabajo se presenta ahora editado conjuntamente a un precio más económico.

«Tenemos la suerte de vivir en un lugar con una de las historias más densas y largas. Más allá del tópico, fue una de las primeras ciudades de Europa y del mundo con una trascendencia de primera fila que hay que conocer para valorar y cuidar en su justa medida», asegura Bustos que llama la atención sobre la utilidad del volumen para conocer algunas de las cuestiones y peculiaridades más interesantes de la tierra de Hércules, a menudo desconocida para la gran población.

«La época antigua fue una etapa de suma trascendencia para la ciudad. Gadir era el emporio más importante y comercial del mundo», explica Bustos que reconoce que se podía haber dedicado más espacio a este epígrafe debido a los continuos hallazgos arqueológicos, aunque este es un proyecto que se deja para el futuro. «La visión de Lomas Salmonte recoge la idea de que Cádiz era un conjunto de islas atravesadas por el canal que iba de La Caleta a San Juan de Dios. También se sitúan los principales templos y se analiza la época romana, que se pensaba tradicionalmente menos importante de lo que en realidad era pues Cádiz llevó numerosos y muy importantes personajes a la administración del Imperio», añade. Entre los relatos, la historia de L. Balbo Cornelio y su relación con Julio César que concedió la ciudadanía romana a la ciudad en en el año 49.

La época más oscura, la Edad Media, ha sido investigada por Sánchez Saus encargado de retratar ese Cádiz que pierde su proyección internacional «en parte -en opinión de Bustos- por estar muy cerca del corazón del mundo musulmán que, por diversas razones, relegó a Cádiz del primer plano». Convergen en este capítulo las manifestaciones islámicas en la ciudad, así como la restauración cristiana llevada a cabo por Alfonso X El Sabio.

El esplendor

El momento más brillante, lugar de encuentro de los nostálgicos del Cádiz del esplendor, viene de la mano del propio Bustos. Los siglos decisivos es el epígrafe que reúne el tiempo «de desarrollo imparable que tiene su momento más importante en la segunda mitad del siglo XVII». La burguesía gaditana, formada por un amplio abanico salpicado de negociantes extranjeros, se va fortificando hasta dotar a la ciudad de «una magnitud que se refleja en las leyes que convierten a Cádiz en la cabeza del monopolio del comercio con Las Indias: las que trasladan aquí la Casa de Contratación y el Consulado de Indias».

Este desarrollo urbano, económico y poblacional alcanzará su momento cumbre con el reinado de Carlos III cuando Cádiz se convierte en la tercera ciudad en importancia sólo por debajo de Madrid y Barcelona. Un esplendor que entra en crisis a finales del siglo XVIII alargándose hasta la independencia de las colonias.

«Cádiz se ve azotada por los bloqueos ingleses, la guerra con Francia, las epidemias...», todo un cúmulo de desastres que suponen el fin de su supremacía económica y el principio de su preeminencia ideológica. «Es en este momento cuando empieza su protagonismo político y Cádiz se convierte en referente de todos los movimientos importantes que recorren Europa», asegura Bustos en referencia a otro de los periodos más interesantes de la ciudad marcado por acontecimientos políticos tan importantes como la promulgación de la Constitución de 1812.

El siglo XIX, investigado por Alberto Ramos Santana, supone para Cádiz el cambio de ciudad soberana a capital de provincia y transformación en centro de algunas de las convulsiones ideológicas de la época.

A cargo del desaparecido historiador José Luis Millán Chivite queda el inicio de la decadencia que tiene su punto álgido con la pérdida de las colonias ultraoceánicas en 1898. Desde esta fecha a los albores de la Transición en 1979, se desarrolla el capítulo dedicado al Siglo XX gaditano. Una época en la que la ciudad viaja desde el ocaso de la urbe portuaria y comercial hasta el tímido resurgir industrial de los Astilleros. «Cádiz vuelve a otro periodo de oscuridad en el que no recupera la tónica de siglos anteriores a pesar del cierto protagonismo industrial que se alcanza en lo naval», explica Bustos.

Con capítulos dedicados a las convulsas décadas que culminan con el fin de la II República de manos del Golpe de Estado del general Franco, la Guerra Civil y la posguerra inauguran los años de dictadura militar y el incipiente desarrollo de los años 70.

En definitiva, un verdadero recorrer enciclopédico por el devenir de un lugar cuyos derroteros han podido resumirse, sorprendentemente, en las 931 páginas de un volumen con vocación de trascender. De convertirse en obra fundamental para conocer las claves de una historia rica y llena de matices. «Cádiz tiene un patrimonio y un pasado en el que está su futuro de ciudad turística y de servicios, dos filones que están apenas por explotar», asegura Bustos que incide en la importancia de que las nuevas generaciones «despierten la conciencia de lo que tienen». El saber de un pueblo pionero que vio amanecer algunas de las más importantes ideas y fenómenos del mapa de occidente. La de un pueblo cuyo futuro depende de una riqueza que no puede cuidarse, atesorarse ni, por supuesto, valorarse, sin conocimiento.