CARDO MÁXIMO

Inauguraciones

Cuando la presidenta Díaz convoque las elecciones, en el fondo le estará haciendo un favor a Espadas

Javier Rubio

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La prueba más evidente de que no se van a convocar elecciones todavía -hasta la semana que viene, no se crea- es que hoy todos los políticos se van a dar codazos para estar en la foto de la inauguración del centro comercial del sur de la Cartuja. Que el corte de cinta de un chaparrón de tiendas concite tanto interés entre los gobernantes y los opositores da idea de lo abúlica que resulta nuestra anémica vida local: no hay más cera que la que arde. Y que el novamás de esa inauguración sea una cadena de ropa «low cost» habla a las claras del poder adquisitivo de la ciudadanía. El alcalde, a falta de inauguraciones de más fuste, se tiene que contentar con unas galerías comerciales como realización más destacada de su mandato municipal: camisetas a tres euros, pantalones piratas a seis y en ese plan, toda una metáfora de esta Sevilla. También puede verse como un refuerzo de la posición central de la ciudad como referente comercial de su área de influencia, que abarca las provincias de Huelva, Cádiz y partes de las de Córdoba y Badajoz. Menos da una piedra a falta de chimeneas humeantes que es lo que de verdad necesitamos.

Tres años después de llegar a la Alcaldía, uno podía confiar en que estuvieran casi a punto todos los anuncios que se han ido acumulando estos meses: la ampliación del tranvía a Santa Justa, la conexión de la estación con el aeropuerto, la reforma del Museo Arqueológico, la nueva avenida del Greco, lo que sea que vayan a poner en la Fábrica de Artillería, un hotel de lujo en la Gavidia o el centro cultural de las Atarazanas. En fin, toda esa catarata de promesas que se va despeñando año a año sin que nunca se seque el caudal inagotable de inventiva con el que nos entretienen.

En fin, que cuando la presidenta Susana Díaz convoque las elecciones autonómicas adelantadas y se suspendan los actos oficiales de inauguraciones y logros de los que los políticos puedan presumir, en el fondo le estará haciendo un favor a Espadas. Como esos equipos de fútbol que suspiran por un campo embarrado para equipararse en la cancha con un rival muy superior en juego a priori. De momento, Espadas va empatando con Zoido: un rascacielos por un centro comercial, 1-1 en el marcador. He ahí las dos grandes obras acometidas en Sevilla en los últimos tiempos. Así que el regidor hispalense va a llegar a la campaña para revalidar el cargo tan corto de realizaciones, que la última baza que le va a quedar es otro centro comercial aun más grandioso y espectacular cuyas obras, con un poco de suerte, pueden estar listas para mayo. Solo que ese no podrá tener corte de cinta porque la ley prohíbe sacar pecho a los candidatos. Por eso, porque más vale pájaro en mano que ciento volando, lo de mañana miércoles promete ser el acontecimiento del año. ¡Tierra, trágame!

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