Nandi Migueles

Sin El Perdón no es lo mismo

Era Nazaret de Galilea, una aldea humilde al igual que Cádiz

Nandi Migueles
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Era Nazaret de Galilea, una aldea humilde al igual que Cádiz. En ellas convivían sus vecinos los nazarenos con un espíritu festivo y tan amable como el nuestro. En nuestra localidad se celebran dos semanas de pasión. Una semana de pasión litúrgica y una semana de pasión por las coplas y lo pagano. La primera comienza con un viernes de Dolores al igual que la segunda, que empieza por el fallo del jurado, que causa muchos dolores. Le sigue un domingo de Amparo multitudinario, en Paz, aclamado con palmas para sobrellevarlo con Paciencia y así Despojarte de tus Penas con el vino del Cáliz en la Cena. La segunda, con un domingo de cabalgata y carrozas, para armarse de paciencia esperando a los coros, multitudinario, acompañando con palmas de tanguillos que te quitan las penas entre copas de vino y cenas.

Una con un lunes santo de sabor viñero y de Misericordia donde te quedas Prendado del Amor fraterno entre hermanos y de los que quisieras tener siempre a tu Vera. La otra con un lunes de resaca localista donde la viña te atrapa con sus callejeras y custodiando sobre todo de sátiros y mirones a tu amor verdadero para que no te falte nunca a tu vera. La semana de pasión santa tiene un martes que clama Piedad hacia Ese Hombre Caído, donde las Lágrimas quieren Sanar el sufrimiento pasado.

La semana pagana tiene un martes decaído, donde los lloros y lágrimas de tantos hombres quedan al Desamparo viendo en las Columnas de la prensa los puntos del jurado, que hacen no tener piedad de ninguno de sus miembros deseándoles que su salud pase a ser muy inestable. El miércoles santo de la semana nazarena se conmemora con Esperanza y Salud haciendo el Caminito con miedo al Agua y que evite así Sentenciar la salida del sol y la Luz. Un miércoles pagano en cambio donde el agua casi siempre suele aparecer y donde el caminito hacia los tablaos se realiza con la esperanza de que los premios no estén como siempre sentenciados de antemano. Un jueves litúrgico Cautivado por un Huerto de olivos donde el gitano de Santa María camina Afligido por el enorme Descendimiento de su noche grande, donde el Perdón no era posible entre tantos cofrades. Un jueves escéptico sin embargo con popurrís cautivadores en donde llevarse al huerto a una morena agitaná en Santa María es un bendito milagro para tu afligido y ansioso corazón. Un viernes santo donde ni Siete ni mil Palabras sirven para consolarte que la semana se está Expirando y en donde el Silencio de las calles se abre para darle gracias a esa Madre Tuya. Un viernes carnal por otro lado sin silencio, con cientos de charlas, palabras y coplas para aprovechar que pronto expirará todo lo banal y para dar gracias a la madre que parió a la mujer de tu vida. Un sábado beato de Entierro y Soledad en la calle y un domingo de Resurrección con gloria para la conmemoración del triunfo del bien sobre el mal. Un sábado de lascivia y fiesta en cambio de los paganos para enterrar los problemas y la soledad de muchos solitarios y para resucitar a ser posible el domingo de piñata amaneciendo triunfalmente junto a tu amor verdadero después de una noche memorable de carcajadas y placeres.

La semana santa sin El Perdón no es lo mismo y un carnaval sin tu amor, tampoco.

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