OPINIÓN

Transparente tafanario del mandril

La diferencia entre el buen gobernante y el mediocre vienen medida por su carácter y sus aciertos

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. ABC / Ángel de Antonio

Las porciones carnosas y redondeadas que forman las nalgas del mandril, sonrojadas y en carne viva, conforman su característico antifonario. No hay nada más transparente que el tafanario del mandril. Nada que imaginar. Todo al aire. Lo contario que una mozalbete en vaqueros, donde la ... transparencia brilla por su ausencia, pero la imaginación puede que recree cualquier cosa imaginable o simplemente inimaginable. Decía en la prensa una chica que, lo primero que le vio a su marido cuando lo conoció fueron sus ojos. El esposo afirmó sin tapujos que aquello en lo que se fijó por primera vez, cuando le presentaron a su mujer, había sido “su prominente trasero”. Ejercicio de realidad y transparencia para ella e imaginación para él.

Fíjense lo que puede dar de sí la mente a pleno rendimiento, que finalizó su alocución dando un “viva a España” y “al made in Spain”. Es la forma de expresar por “algunos ciertas obras de arte”. En fin, todo esto para situar la acción de gobierno en el oscurantismo, la falta de transparencia y la traición a su contrato o programa electoral. La mentira como fundamento de la acción política. Lo último, Pedro Sánchez engaña al Presidente del Gobierno .

Cum fraude ha querido emular a Lincoln. Evidentemente no le llega ni a la suela de los zapatos del norteamericano. El presidente Lincoln era un maestro de la oratoria y tenía una virtud aún mayor, su extraordinaria capacidad de síntesis. Doctor plagio es mucho más parecidos a los bolivarianos Chaves y Maduro, de ahí el formato de “peñazo” todos los fines de semana en “prime time” a la hora del almuerzo. Una réplica al “aló presidente”, como lugar principal de anuncio de las medidas políticas del gobierno, donde los del narco régimen expropian “sin ton ni son”. Los del régimen español lavan su imagen, dado su nefasta gestión sanitaria contra la pandemia. Ahora viene la otra, la pandemia de hambre y miseria.

El buen liderazgo, cualquiera que sea, se basa siempre en la verdad. Decía, “se puede engañar a todo el mundo algún tiempo… se puede engañar a algunos todo el tiempo…pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”. Con este pensamiento está sentando las bases de la política contemporánea. El que fuera decimosexto presidente de los EE. UU es la antítesis de Falconetti. Lincoln lideró su país durante la guerra de Secesión, el conflicto que supuso la mayor crisis moral, constitucional y política que ha sufrido USA. Al unísono, preservó la Unión, abolió la esclavitud, fortaleció el gobierno federal y modernizó la economía. En las antípodas, Pinosanchez.

La asimetría de las medidas en el desconfinamiento , ratifican una vez más la descomposición del Estado. Lo acordado los viernes sociales y ahora sus últimas ocurrencias, no solo llevan al abismo la economía nacional, sino que terminaremos peor que en la dictadura del proletariado. Todos esclavos del poder, por derogación temporal de los derechos constitucionales básicos, fundamentado en la inadecuada utilización de estado de alarma. El fin del control sanitario de la pandemia tiene infraestructura legal suficiente en el ordenamiento ordinario, sin necesidad de apartar a las Cortes del normal control del gobierno . Sí eso ha ocurrido en toda Europa sin excepciones, también lo pudo ser en España.

Tenemos un gobierno mediocre. Proclive a enunciar medias verdades. Sobre llevado por las circunstancias que acontecen. Por eso todo terminará mal. Un mediocre, como lo es el que rige nuestros destinos, hace que los ciudadanos terminen convirtiéndose en súbditos, que además padecerán en sus propias carnes la falta de acierto, la incoherencia y la imprevisibilidad de sus decisiones. ¿Qué es si no, el acuerdo de derogación de la Ley que conforma el actual Estatuto de los Trabajadores? Es la infamia instalada en la acción de gobierno, la mentira como forma de gobierno y la ignominia como banderín de enganche de gobierno. A modo de epítome, el pacto oculto con comunistas y herederos de los asesinos de ETA para derogar el Estatuto de los Trabajadores .

La diferencia entre el buen gobernante y el mediocre vienen medida por su carácter y sus aciertos. Su carácter determina afrontar la realidad con valentía y transparencia. Y por supuesto obviando en su adopción cualquier atisbo de cálculos electorales. El interés general debiera ser el único referente. Sánchez y sus secuaces gubernamentales no son transparentes. Se alejan de la naturalidad con la que los mandriles exhiben su peculiar tafanario.

El comunista devoto de Lenin (presumo que de su genocidio también), exhibe su transparencia alegando “pacta sunt servanta”. Sólo que todo ello se contradice con el programa electoral y todas las harta de mentiras que enunció pretéritamente en el camino a la Moncloa, el hoy “aló presidente” Los españoles deberemos invocar más pronto que tarde la alocución “rebus sic stantibus”. A muchos decentes que lo votaron, lo hicieron por lo que les dijo. Siento no ser constructivo, como les gustaría a Lule, Rocío y Adriana. A las tres, las sigo viendo en vaqueros. Y creo que por los siglos de los siglos.

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