Adolfo Vigo - OPINIÓN

Esclavos de nuestras palabras

Fue David Navarro quien dijo que si no lo conseguía vender antes de fin de 2016 se le podría «tachar de iluso y de no tener ni idea de economía»

ADOLFO VIGO

Vamos a ver, David, ¿cómo que aún no se ha vendido el hotel del estadio? , preguntaba el alcalde preocupado. «Pues no sé, José Mari, tiene que ser la oposición, nos está poniendo palos en las ruedas», respondía el concejal de Economía. «Pero qué palos... Que llevas más de un año para venderlo y no tenemos ni una propuesta que echarle a la oposición.

¿Tu sabes lo que significa eso?», dijo el alcalde. «¿Que me tendré que ir de concejal?», dijo compungido Navarro. «Si lo vas a echar me hago yo cargo de la Economía, Kichi», resonó desde una esquina. «Cállate, Adri, que ya me la liaste parda en el carnaval con lo de las ninfas», prosiguió, González. «No, ‘ome’, no, que tampoco estamos para tirar cohetes con los de la lista . Hacemos un montajito con la foto de Pique y decimos que sigues, pero vas a tener que prorrogar otro pliego, aunque en eso, como el de Pimpinela, ya tienes experiencia jejejejeje». «La verdad que no sé qué está pasando ‘arcalde’ porque yo en el monopoli vendo los hoteles sin problemas y a la primera».

La verdad, tengo que reconocerles que el viernes pasado estuve atento a la televisión siguiendo el pleno del Ayuntamiento de Cádiz. Sentía el morbo de ver cómo reaccionaría el equipo de Gobierno ante la reprobación planteada por el Partido socialista hacia la figura del concejal de Economía, David Navarro . La oposición solicitaba la reprobación y la dimisión o destitución del político de la cara amable, del concejal que tiende a suavizar muchas de las situaciones esperpénticas que generan algunos de sus compañeros y compañeras. En este caso, el problema no es que tenga que dimitir por no haber podido vender el hotel del estadio antes de que se acabara el plazo o por realizar unos presupuestos incluyendo esa partida y que ahora se encuentran en precario al no haberse materializado ese ingreso.

Ese no es el motivo, aunque sí es un problema. La razón por la que ha quedado deslegitimado para seguir en el cargo es él mismo. Él fue el que dijo que si no lo conseguía vender antes de fin de año del 2016 se le podría «tachar de iluso y de no tener ni idea de economía». Pues bien, llegada y sobrepasada dicha fecha, el hotel sigue sin venderse por lo que el concejal es prisionero de sus palabras, y alguien que no tiene ni idea de economía no puede encontrarse al frente de la gestión económica de toda una ciudad.

Papel aparte el del Partido Socialista . Ahora han pretendido la reprobación de un concejal que está donde está, es decir, en el gobierno de la ciudad, porque los socialistas lo pusieron ahí con el único fin de evitar que Teófila Martínez siguiera gobernando como fue el deseo de la mayoría de los gaditanos, ya que fue ella y no otros, por más que se sumen a un pacto de perdedores, la que ganó las últimas municipales.

En conclusión, y utilizando un silogismo de fácil comprensión, si el PSOE ayuda a poner a David Navarro como concejal de Economía y David Navarro es un iluso y no tiene ni idea de economía, según sus propias palabras, el resultado es que el PSOE ha puesto como concejal de economía a un iluso sin idea de economía. ¿Quién es el único culpable de la situación actual? Blanco y en botella…

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