Un duro camino para Juanma Moreno

No nos engañemos, estimados lectores. A Juanma Moreno y a los que se aventuren con él en este duro trayecto no se les concederán ni los cien días de gracia. La izquierda y la extrema izquierda se encargarán de ello. Lo que ocurrió en las puertas del Congreso andaluz alentado por estas formaciones solo tiene un nombre: escrache. Eso que dijo Pablo Iglesias que era la manifestación de un pueblo pero que cuando se lo hicieron a él le faltó tiempo para llamar a la Policía y denunciarlo como acto de violencia y antidemocrático.

Desde el pasado martes, el PSOE, junto a Podemos, ya se ha encargado de poner en marcha toda su maquinaria para desestabilizar un gobierno legítimo salido de las urnas, no como otro que nos gobierna desde Madrid. Ya se encargaron de fletar autobuses, de pagar los desayunos y comidas de los que iban, de apoyar con sus dirigentes el escrache que el día del discurso de Juanma Moreno tuvimos que soportar con vergüenza a las puertas del Congreso andaluz.

A muchos de los que allí estaban les interesaba solamente que no se recortara unos derechos que en ningún momento se ha dicho que fueran a ser recortados. Esos a los que nunca se les ha escuchado, ni visto, cuando se destapaba los escándalos de los ERE, cuando en algunos lupanares de la capital andaluza se gastaban el dinero de las ayudas a los parados en meretrices, alcohol y sustancias estupefacientes, cuando la ‘sultana de Triana’ se gastaba el dinero en ropa y viajes, o cuando se ha descubierto la cantidad de enchufados que pululaban por las instituciones de la Junta a costa de todos los andaluces. Muchos de esos que por el Hospital de las Cinco Llagas pululaban el martes hablan del «pacto de la vergüenza». Sin embargo, no se les ha oído anteriormente cuando el PSOE ha negociado con etarras e independentistas la llegada de Pedro Sánchez al sillón de la Moncloa sin que se nos haya dicho que nos costará a todos los españoles. Y les puedo asegurar que por lo que se ve en las Presupuestos Generales del Estado nos costará muchos millones de euros.

Queda un duro recorrido pero está claro que los andaluces nos hemos cansado de que la izquierda piense que esta comunidad es su cortijo, que tiene veda libre para hacer y deshacer a su antojo sin dar explicaciones a los ciudadanos y que el dinero público andaluz les pertenece. Lo que se avecina a partir de hoy solo Dios sabe a dónde llegará, no sabemos cuál será su resultado pero lo que es evidente es que Andalucía necesita nuevos aires, nuevas ilusiones y, sobretodo, nuevas caras al frente que tengan el valor de luchar y pelear por nuestra tierra. Y en eso, me consta, que Juanma Moreno es el mejor presidente que en esta tierra podemos tener tras la ‘plaga’ socialista en la Junta.