Juan Casas Carbajo

En defensa de la familia

El sábado 25 pasado escuché en la radio una tertulia dedicada al papel de la familia en la educación de los hijos

Juan Casas Carbajo

El sábado 25 pasado escuché en la radio una tertulia dedicada al papel de la familia en la educación de los hijos y me recordó el revuelo que se formó con motivo de una homilía que en junio de 2016 pronunció el cardenal Cañizares sobre ella; homilía que fue muy criticada por algunos sectores de la sociedad.

Con independencia de que se esté o no de acuerdo con el contenido de la citada homilía, los ataques que este prelado recibió son una muestra clara de la falta de respeto a la libertad de expresión. He leído la homilía entera y en ningún momento hay ataques para nadie; solamente hace una defensa de la familia y de su papel importante en la sociedad y en la vida del ser humano. Se puede estar o no de acuerdo con lo que dice, pero hay otras formas civilizadas para mostrar el desacuerdo En una democracia las discrepancias se resuelven dialogando, no a través del linchamiento.

Que la familia es una institución importante y necesaria lo demuestra el hecho de que son varias las ciencias que a lo largo del tiempo se han ocupado y se siguen ocupando de ella: la Antropología, que estudia, entre otras cosas, las diversas formas en las que se ha presentado a lo largo de la Historia y de las que en la actualidad se manifiesta. La Sociología que se ocupa de sus funciones; la Pedagogía, que estudia la influencia y la responsabilidad que tiene en la educación de los hijos y la Psicología que se preocupa de las repercusiones que pueda tener en lo relativo al desarrollo y formación de la personalidad de los niños y jóvenes. Si todas estas ciencias se ocupan del estudio de la familia, debe ser que ésta no es algo baladí de lo que se pueda prescindir con facilidad. Veamos ahora, brevemente, lo que cada una de estas disciplinas nos dicen sobre la institución familiar.

Para la Antropología, la familia es una unidad social en la que el ser humano pasa una gran parte de su vida; y esto ocurre, tanto en las sociedades primitivas como en las civilizadas. Esta unidad social se encarga de su cuidado desde el nacimiento: lo alimenta, lo protege de cualquier peligro, lo atiende cuando está enfermo e incluso lo acompaña en la muerte, guarda luto por él y se preocupa de que tenga unos ritos fúnebres adecuados. En la actualidad, este cuidado comienza incluso antes del nacimiento, con la estimulación sensitiva que se realiza durante el embarazo, ya que a partir de los cinco meses de gestación, el feto puede distinguir unos sonidos de otros. La Antropología nos habla también de las distintas clases de familia, que no expongo aquí para no alargar el artículo, pero que cualquier persona interesada lo puede consultar en cualquier libro que trate sobre esta materia.

La sociología, de acuerdo con Musgrave le asigna las siguientes funciones:

a) Funciones sexuales, que cubren las necesidades sexuales y reproductivas.

b) Función de socialización, al ser la familia el primer agente de socialización

c) Función económica, que ha ido variando a lo largo del tiempo.

La pedagogía, considera que la familia tiene una gran influencia en la educación de los hijos. Además de lo que ya se ha señalado al hablar de la socialización, ésta favorece o no la acción de la escuela, entendiendo por ésta cualquier centro educativo del nivel que sea. Pero esta influencia ha ido variando a lo largo del tiempo, porque la familia ha ido delegando en la escuela la funciones que en las sociedades primitivas eran competencia exclusiva de los padres.

Esto demuestra, también, que la familia ha ido perdiendo parte de las funciones que primitivamente tenía, pero existen funciones de la familia que ninguna otra institución puede ni podrá asumir. El Profesor Quintana Cabanas las llama funciones inalienables, tales como:

En primer lugar, la de servir de refugio y descanso después de una agotadora jornada laboral o cuando se está sufriendo una situación estresante. Es muy difícil encontrar fuera de la familia otra institución que la sustituya en estas circunstancias.

Otra función inalienable de la familia es la educadora, tal como hemos señalado más arriba.

Por último la Psicología insiste en la influencia de la familia en la formación de la personalidad de los hijos, así como en la socialización, temas de los que ya hemos hablado al tratar de la influencia de aquella en la educación.

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