OPINIÓN

Concejala y humorista

La oferta cultural del Ayuntamiento de Cádiz es paupérrima por una sencilla razón: la ineptitud de sus responsables

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, Eva Tubio.

Si es usted una de las miles de personas que ha decidido pasar esta Semana Santa en Cádiz, lo primero es desearle un buen viaje de vuelta a su hogar. Lo segundo lamentar que el tiempo no haya acompañado del todo y los planes de playa hayan quedado a medias. Y lo tercero, de igual modo, lamentar como vecino de la ciudad la escasa oferta alternativa que habrá encontrado si las procesiones no le producen especial fervor. Iba a presentarle mis excusas como gaditano, pero al fin y al cabo la responsabilidad es de quien es, de nuestros insignes integrantes del equipo de Gobierno del Ayuntamiento, así que a ellos habrá que pedirles las pertinentes explicaciones. O mejor aún, puestos a pedir, pedirles que se vayan a su casa. Aunque esa breva no caerá. En Cádiz en estos días habrá podido encontrar algunas propuestas culturales realmente interesantes, aunque se pueden contar con los dedos de una mano y la mayoría de ellas son de iniciativa privada. Si dependiésemos de la gestión del Ayuntamiento, apaga y vámonos. Quizá haya visitado la exposición de Hernán Cortés en la sede de Unicaja, o la tradicional Torre Tavira. O el Museo de Cádiz, en la Plaza Mina, gestionado por la Junta. Y poco más. Porque los atractivos que dependen de la gestión puramente municipal, o están cerrados o en franca decadencia. El Castillo de San Sebastián, cerrado. El de Santa Catalina, cayéndose a cachos. Y el Yacimiento Gadir, donde están expuestos los restos del primer gaditano conocido, Mattan, aquel fenicio que murió en un incendio siete siglos antes del nacimiento de Cristo, cerrado también. Aquí le conocemos cariñosa y coloquialmente como Valentín, por aquello de que fue descubierto un 14 de febrero. Pero usted no habrá podido verlo tras el cristal en el que está expuesto porque el Ayuntamiento de Cádiz ha sacado tarde y mal la licitación para renovar la concesión a la empresa encargada de su funcionamiento. Tan fácil como eso. Por la ineptitud manifiesta de los concejales responsables del Turismo y la Cultura de nuestra ciudad. Por cierto, que mientras usted se quedaba sin ver a Mattan, la concejala de Cultura nos deleitaba con un divertidísimo chiste en redes sociales sobre el yihadista detenido en Sevilla y que pretendía atentar en plena Semana Santa. Se preguntaba nuestra concejala si no había mirado el parte meteorológico o algo así. Desternillante. Humor inteligente donde los haya. De gestionar la cultura gaditana ni la más remota idea, pero en el club de la comedia triunfa fijo.

En fin, amigo visitante, si decide volver usted el año que viene no le podemos garantizar que haya mejorado la cosa. Quizá sí el tiempo y pueda ir a la playa. Y si no, al menos se reirá con los chistes de Eva Tubio. Gran concejala. Mejor humorista.

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