EL APUNTE

Un buen plan de pensiones

La renovación de la plantilla de Navantia parece tener más ventajas sociales que inconvenientes

La dirección de Navantia, bajo cualquier gobierno, se fijó hace algo más de tres años el objetivo de renovar y rejuvenecer la plantilla de los astilleros públicos españoles con un compromiso que debía quedar oficialmente sellado en el nuevo convenio colectivo de la empresa. Las sucesivas direcciones de los astilleros pretendían que este proceso, muy complicado, se llevara a cabo de manera amistosa y consensuada. Finalmente, lo ha logrado.

Navantia no quiere conflictividad en un momento en que la carga de trabajo es la mejor en toda la década, con algún hito histórico entre los nuevos contratos de construcción naval como el caso de las fragatas para la Armada Real Saudí. La dirección de Navantia incluso fichó en su día al exdirector de Recursos Humanos de Airbus en España, Fernando Ramírez, para pilotar esta reconversión laboral no traumática que ahora ve la luz. Fue el encargado de gestionar el relevo generacional en las plantas de aquella empresa y su huella parece que también ha quedado en Navantia. Los astilleros españoles se han mirado en el espejo aeronáutico y casi han clonado el plan que comprende la salida pactada de los trabajadores que vayan cumpliendo 61 años . Un acuerdo con la Seguridad Social permite abrir la puerta –en condiciones muy ventajosas– a estos trabajadores. Como contraprestación, el acuerdo propicia la salida del personal más mayor para facilitar la entrada de jóvenes con mayor capacitación tecnológica, aunque con menos experiencia. Esta es la fórmula que, hasta 2022, permitirá una salida amistosa, pactada y generosa de casi 800 trabajadores que están en esa franja de edad. Hay que recordar que esta renovación era necesaria, por cuanto el 68% de los casi 5.000 empleados de Navantia tiene más de 50 años.

El proyecto anunciado incluye que sean 1.658 personas más jóvenes las que ingresen en las plantillas de Navantia, progresivamente, en cuatro años. Serán casi el doble las incorporaciones respecto a las bajas. Si ese plan cuatrianual culmina según lo acordado, en 2022 el sector naval en la Bahía dará más empleo que ahora en la comarca y, además, a personas con menos edad, en disposición de repartir esa riqueza en forma de consumo o diversas formas de familia.

Los prejubilados, mientras, no pierden poder adquisitivo . Así que, en principio, parece un buen plan con el que todos ganan.

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