OPINIÓN
Bonanza
Me dejo arrastrar por mi apetito voraz en la fritada de las ideas
En cierta ocasión fui testigo presencial del lamento trágico del Gordo Bonanza. Cuando confesó resignado su manifiesta incapacidad para freír tomates. Cada vez que me pongo a freírlos, de cuatro a cinco kilos en una sola perolada, apenas veo que ya pueden estar casi listos, ...
Artículo solo para registrados