OPINIÓN

Los bandazos del PSOE

Los socialistas de Cádiz dieron el bastón al alcalde, luego le retiraron el saludo y ahora buscan alianzas

Al socaire del cambio político en Andalucía, todas las formaciones se tientan la ropa y comprueban dónde tienen puestos los pies. La aparición de Vox ha supuesto, además de una sorpresa para todos, un cambio de estrategia que obliga a PSOE y Podemos a buscar entendimiento. Ahora se trata se sumar lo más posible entre dos frente a tres. Antes, en los últimos años, sólo eran cuatro en liza.

En la ciudad de Cádiz, esa relación política de conveniencia no será nueva. Tiene tanto tiempo de vida como el Gobierno local que sostienen los votos socialistas. Luego, han venido los reproches y las trifulcas pero el alcalde gaditano tiene el bastón de mando por decisión del PSOE, conviene no olvidarlo. Ahora hablan, otra vez, de un acercamiento después de tres años de culpas cruzadas, con la excusa de sacar a Ciudadanos de los organismos públicos. Sería el castigo –en la rencorosa mentalidad podemita– por haber pactado con el PP, como Vox ha hecho por otro lado.

Habrá que esperar para ver si el PSOE da otro bandazo más a 20 semanas de las elecciones locales. Por más vueltas que le den los votantes, los ciudadanos, los vecinos, resulta imposible saber qué pactaron los grupos de José María González y Fran González en aquella reunión de la asociación de vecinos de Puntales, hace casi cuatro años, en junio de 2015. González y González dijeron salir con un acuerdo de proclamación que permitiría la toma de posesión del primero como alcalde. Se supone que habían cerrado un pacto para tener una mínima base de cordialidad que permitiera a unos gobernar con la colaboración –al menos, sin el rechazo– de los otros.

Cuando se acerca el fin del mandato, ambas partes desconfían cada vez más de la otra y se ven obligadas a un nuevo encuentro por la presión externa de Vox. Con el acuerdo por el Gobierno de Sevilla al fondo, nadie parece dispuesto a dar un paso en falso en una ciudad con muchas urgencias. González y González cada vez encuentran menos formas de entenderse y van a ponerse a buscarlas. Si ese alcalde mereció el apoyo del PSOE hace casi cuatro años –y nunca se lo han retirado por más paripé que se haya hecho– resulta incoherente la actitud actual. Si no lo merecía, los socialistas deben saber que tendrán que hacerse responsables de aquella decisión.

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