Unas promesas que no pueden quedarse en mera campaña

Los proyectos anunciados por el Gobierno en Navantia son esperanzadores, pero dejan un amargo regusto electoralista

La Voz de Cádiz

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Con la cercanía de la primavera ha llegado un fenómeno que a ninguno nos ha cogido por sorpresa. No es la subida de la temperaturas, algo que se agradece, sino la subida del tono de las promesas electorales, algo que preocupa especialmente a una provincia y a una Bahía acostumbradas más a la prédica que al trigo. Sobre todo cuando las promesas llegan desde el Gobierno Central y se refieren al sector industrial. Son muchas desilusiones acumuladas para que los gaditanos puedan abrir sus esperanzas como comienzan a abrirse, en esta semana, las flores.

Ayer, el Gobierno Central, por boca de su presidente, Pedro Sánchez, y de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunciaba un paquete de inversiones para los Astilleros y una carga de trabajo que, a buen seguro, habrán alegrado la mañana a buena parte de la sociedad gaditana. Pero también, no nos engañemos, les habrá hecho ser cautos por las trampas y ambigüedades que esconden sus palabras. Y es que, por ejemplo, el presidente anunciaba que habría 1.500 contrataciones en los astilleros de Navantia y que la mitad corresponderían a la Bahía, pero no se ha detallado si esos empleos son de nueva creación o corresponden a puestos ya existentes. También se ha hablado de la inversión de más de 60 millones de euros para modernizar la planta isleña, pero no se han aclarado los plazos. En el mismo sentido, se garantiza la carga de trabajo hasta 2030, pero sin aclarar cuándo se concretará el acuerdo con la Marina saudí o qué va a pasar con los barcos que tiene pendientes la Armada con Cádiz (como los dos buques hidrográficos y uno oceánico). Se han detallado las buenas intenciones, pero no se ha puesto sobre la mesa un calendario de acciones.

Es comprensible pues que desde la provincia se tuerza el gesto cuando se oyen determinadas promesas y proyectos, en especial cuando las elecciones están, prácticamente, a la vuelta de la esquina. Sí es halagador que el presidente Sánchez haya elegido Cádiz (dentro del rosario de astilleros de Navantia) para este arranque de campaña de cara a las municipales, pero por bien que huelan las flores de estas palabras primaverales, los gaditanos seguirán esperando a ver cómo resulta finalmente la cosecha.

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