De las derechas nacionalistas y ciudadanos

Sánchez ha creado a su modo su propio grupo promoviendo la ruptura del socialismo otra vez en dos vertientes. Los que vivimos la Transición conocimos también dos partidos socialistas, el PSOE Histórico y el del Congreso de Suresnes o de la tortilla del pinar de Alcalá que rebañaron los sindicalistas vascos con los laboralistas sevillanos a los del exilio.

Esta actual partida ha conseguido agrupar en un núcleo cerrado lo peor para España arracimando compañeros de viaje que, aunque se muerdan entre ellos, saben que siempre se llevarán algo. Algunos comunistas de los de antes con los del arribo de hoy; separatistas de izquierdas o derechas; mareas de Podemos o hasta el de Teruel Existe unidos en un mismo afán, unos con lo de Puebla y otros con ese independentismo cargado del prurito de la adolescencia que nunca acaba y siempre en oposición con todo, pero que, encima y lamentablemente, lo pagamos todos los demás a cargo del Erario. Ya saben, lo de nos roban pero en su sitio, o sea, al revés.

Estas derechas nacionalistas son tan cómplices de la política de Sánchez como el propio autor. Cómplices de un Gobierno cuyos miembros tienen que salir cada día a los medios con la frase que esa mañana les haya puesto por tarea el de la Moncloa. Cómplices de que haya 'okupas', del incremento de los intereses o de los precios. Cómplices de todo ese catálogo de familias con que nos han regalado, de sus leyes animalistas o las limitaciones de cada día a los alquileres o a la circulación de coches y camiones. No sé yo si con las leyes que les va sacando su líder supremo y que ellos apoyan fervorosamente con sus votos en el Congreso por tal de que no suba la oposición, se animen sus votantes para que también gobiernen sus ayuntamientos en nombre de esta política.

Y si esto fuera todo, bueno, pues mira, ellos se lo guisan y ellos se lo comen, pero es que las que pueden ser comidas y fagocitadas son precisamente esas derechas que, al incardinarse en esa política común del líder que a todos reparte, se han fundido en el meollo de sus propios rivales y van camino de ser absorbidas por los mismos. Al PNV se le enfrentará Bildu. A las derechas catalanas, Esquerra Republicana. A los socialistas navarros o valencianos, sus particulares ultraizquierdas regionales. A los que votaron Ciudadanos, ya se verá. Y es que todos se han hecho iguales con Sánchez.

Pero ahí les tienen, erre que erre, apoyando y haciendo suya la Ley de Sólo Sí es Sí que han votado en el Congreso, porque, no lo olvidemos, la Ley la propondría Podemos pero la aprobó el Gobierno con tres jueces en su seno. Y la votaron esas derechas nacionalistas y hasta los de Ciudadanos.

Cerradas estas líneas, están vueltos ya de Marruecos Sánchez y sus ministros. Aquí a la vicepresidenta segunda (Sumar) se le acabó la presidencia accidental del Gobierno y allí no estaba Mohamed. El de Exteriores, a la vista del resultado de su gestión, entre 'off' y 'on', (qué cursilada), dijo que hablaron por teléfono.