El periodismo, con la verdad y sin presiones

La entrega de los tradicionales Premios Cavia, los más prestigiosos del ámbito informativo que se conceden en España, volvió ayer a ser el mejor motivo para celebrar la vigencia y la fortaleza del periodismo, elemento indispensable para la articulación y la propia supervivencia de las sociedades democráticas. Sus Majestades los Reyes presidieron una cena en la que desde hace ya casi un siglo se dan cita la excelencia y la liberalidad que desde su fundación han definido a esta Casa, permanentemente abierta a un debate de ideas que algunos quieren sustituir por el dogmatismo y el populismo de frases hechas y estímulos superficiales. En su discurso, Don Felipe no dudó en afirmar que «necesitamos grandes periódicos como ABC», «periodistas y editores -añadió- comprometidos con la búsqueda de la verdad y capaces de exponerla con libertad y sin presiones». Para el Rey, el ejercicio del periodismo se basa en la existencia «de medios libres, prósperos y de alta calidad», diarios «fieles a los hechos y libérrimos en sus opiniones». En una intervención en la que elogió el papel informativo de ABC, Don Felipe abogó por cuidar y preservar unos medios que son «el espejo de nuestras vidas, el álbum de nuestra memoria y a veces incluso un bastión en defensa de la libertad».

Silenciar a los medios y reducir su margen de maniobra informativa, como proponen algunos de forma más o menos velada, no solo constituye un ataque a la libertad que consagró hace cuarenta años nuestra Constitución, sino una agresión a la propia sociedad a la que sirven. La cena de los Premios Cavia fue anoche la representación de ese espacio de reflexión, serena y responsable, que en tiempos convulsos son capaces de ofrecer periódicos como ABC. Es la libertad de todos la que está en juego.