TRIBUNA ABIERTA

Guardia Civil: la igualdad también como divisa

«En este XXX aniversario de la incorporación de la mujer al Cuerpo, la Guardia Civil está decidida a que la igualdad forme parte de su día a día»

Félix V. Azón

La lucha por la igualdad entre mujeres y hombres tiene más de dos siglos de vida. Pero a pesar del esfuerzo de las primeras activistas europeas, no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando la igualdad de género comienza a asentarse en las diversas organizaciones internacionales que se crean tras el histórico conflicto armado. El artículo 14 de la Constitución proclama el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de sexo. Se trata de un derecho público subjetivo, la igualdad formal o igualdad ante y en la Ley. Pero la Carta Magna no desembocó en una apertura natural hacia la milicia sino que la incorporación de las mujeres a este mundo, tradicionalmente masculino, fue consecuencia del Primer Plan de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres de 1988.

Este Plan abogaba por el desarrollo normativo del principio de igualdad, sin discriminación por razón de sexo. Y su máxima afirmación fue el real decreto 1/88 que abrió al acceso de la mujer a la Guardia Civil y a las Fuerzas Armadas. A pesar del amparo de la ley, las encuestas arrojaban entonces datos tan significativos como que apenas un 39% de la ciudadanía estaba de acuerdo con esta integración, frente a un 37% en contra. A finales de los 80, incluir dentro de la Ley de Personal el derecho de las mujeres a pertenecer a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil era percibido como «alcanzar la plenitud de la igualdad de oportunidades». Se confundía la igualdad legal con la igualdad efectiva.

Las guardias civiles han tenido que demostrar su valía desde su ingreso en la Guardia Civil, dado que los estereotipos de género estaban fuertemente asentados en la sociedad española, y en la propia Institución. Estereotipos que tienen que ver con los roles históricamente repartidos entre mujeres y hombres. A pesar de que legalmente se determinaba la posibilidad de establecer pruebas físicas diferenciadas por sexos, esto solo sucedió en la Escala de Cabos y Guardias, salvo en un periodo de dos años (1997 y 1998) en los que fueron las mismas. En la Escala de Oficiales solo se diferenciaron a partir de 2007.

La evolución de los permisos y medidas de conciliación en la Guardia Civil ha sido paralela al resto del funcionariado, pero no fue hasta 2017 cuando se reguló lo que habría de hacerse en caso de que una oficial al mando de un puesto operativo estuviera embarazada, lo que demuestra el bajo número de mujeres oficiales y que aún cuesta no asociar a las mujeres con los puestos burocráticos.

La gran cantidad de ámbitos regulados desde entonces sobre el embarazo es muestra de la mayor concienciación dentro de la Guardia Civil en relación a una igualdad para los iguales. El siguiente paso será la concienciación de que el punto de partida no es el mismo y que se precisan de medidas compensatorias.

La Guardia Civil se preocupa cada vez más porque su personal pueda conciliar la vida personal, familiar y laboral. Prueba de ello es la abundante normativa que regula este aspecto. Incluso ha creado una figura propia: el agrupamiento familiar, que permite desarrollarse profesionalmente sin tener que renunciar a la vida familiar. Además, se creó un órgano para tener en cuenta las aportaciones y propuestas del personal afectado. Es el Comité para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres en la Guardia Civil. Allí las propuestas son estudiadas y, en no pocas ocasiones, producen cambios normativos.

La Guardia Civil está decidida a que la igualdad forme parte de su día a día. Desde 2013 se realizan monográficos anuales, el último de los cuales trató sobre el empoderamiento de las mujeres en seguridad interior; se ha formado al personal del Comité para la Igualdad, al tiempo que se colabora con el Instituto de la Mujer en cursos de formación. Además, se han elaborado documentos con mucha trascendencia para la Institución, como es la Guía para la aplicación de medidas de conciliación, que ya va por su octava edición, la Guía de lenguaje inclusivo o la memoria de Responsabilidad Social Corporativa. Ayer dimos un paso decidido y ambicioso: la creación de un Área de Mujeres e Igualdad dentro del Gabinete Técnico del Director General, a cuyo mando estará una de las dos tenientes coroneles que hay en el Cuerpo y que se encargará de analizar y estudiar todo lo concerniente a esta materia.

Como reto más importante, tenemos en primer lugar la confección del Plan de Igualdad y, en segundo lugar, un estudio para conseguir que entren más mujeres en la Guardia Civil, como fiel reflejo de lo que representan en la sociedad española. Estamos decididos a tener un Plan de Igualdad propio antes de fin año. El compromiso es firme y decidido porque pretendemos que sean muchas las jóvenes de nuestro país las que en los próximos años cuando tengan que decidir su futuro profesional, piensen en la Guardia Civil como una buena elección.

Félix V. Azón es director general de la Guardia Civil

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación