Ramón Pérez Maura

El gol de Butragueño (al revés)

Cuando un servidor público se convierte en una estrella olímpica, se ningunea el dato de que es un político

Ramón Pérez Maura
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Junio de 1986. Mientras en España se desarrolla la campaña electoral para las elecciones generales del 22 de junio de ese año, en México se celebra la Copa Mundial de Fútbol. En octavos de final España gana 5-1 a Dinamarca, con enorme jolgorio nacional. En la segunda edición del Telediario del 19 de junio, la imagen de un gol de Emilio Butragueño aparecía con un sutil mensaje sobreimpreso: «VOTA PSOE». Lástima que no fuese ésa la tendencia política del delantero español. Pero en estos días en que tanto evocamos la condición de estadista de Felipe González, conviene recordar cómo se las gastaba su televisión, dirigida por Enric Sopena, quien tuvo el desparpajo de declarar que estableció una comisión de investigación sobre ese incidente, pero fue imposible averiguar cómo pudo ocurrir.

Fenómenos paranormales.

Me venía a la memoria este incidente viendo la celebración de la medalla de oro de Ruth Beitia en Río. Y tenía que escarbar en las crónicas periodísticas para encontrar el dato de que es diputada del Partido Popular en el Parlamento de Cantabria por segunda legislatura. En las televisiones que vi, ni mención, claro. Porque a esas cadenas les interesa más jalear a Miguel Ángel Revilla, el rival de Beitia. Y no quieren que la chica haga sombra a su producto televisivo.

Ha sido un «butragueño» al revés. Aquí, cuando se puede legítimamente identificar a la deportista con el partido al que representa por votación popular, se calla el dato. Y después se preguntan el por qué del desprestigio de la clase política. Aquí tienen otra razón: porque cuando un servidor público se convierte en una estrella olímpica, se ningunea el dato de que es un político. A los políticos sólo hay que identificarlos con cosas y hechos negativos. Y hay otros casos como el de Beitia. Sin salir de la ceremonia de clausura de Río, tenemos el ejemplo del abanderado español, Jesús Ángel García Bragado, el único deportista español que ha participado en siete olimpiadas y que es concejal del Partido Popular en San Adrián del Besós, lo que debe de ser bastante más duro de sobrellevar que sus carreras de 50 kilómetros de marcha atlética.

Existe un mal entendido pudor que impide identificar a nuestros héroes con el servicio público. Y estos son los únicos héroes que tenemos, porque los que se juegan la vida en Afganistán son vistos casi como causa de oprobio. Me pregunto yo si Beitia hubiera sido una podemita si su partido habría reaccionado con tanta discreción sobre su militancia como lo ha hecho el PP. Claro que eso es mucho imaginar, porque creer que entre las gentes de Pablo Iglesias puede haber alguien que trabaje con enorme sacrificio durante veintiséis años para alcanzar una medalla es algo inimaginable.

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