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La calle a Villegas

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Por fin la trayectoria carnavalesca de don Enrique Villegas ha sido reconocida por todos con la categoría suficiente para que obtuviese una calle en Cádiz. La nueva calle Enrique Villegas Vélez se ubica en un tramo de la avenida Duque de Nájera, concretamente frente al Antiguo Hospital de Mora, detrás del ficus. Es para felicitar a quienes lo hayan promovido y a todos los que se la otorgaron, mi enhorabuena. Siguiendo con estas mismas buenas intenciones del consistorio y promotores de la idea, deberían de tomar ejemplo y seguir renombrando más calles con grandes autores y personajes de nuestro Cádiz y su carnaval.

La calle de San Vicente debería llamarse Don Antonio Martín, por si todavía no hay nadie que sepa dónde nació tal ilustre autor.

Las bóvedas de Santa Elena se deberían llamar Bóvedas Joaquín Quiñones en homenaje al parque de bomberos que allí se ubicaba, gran pasodoble. La cuesta de Jabonería debería pasar a nombrarse Cuesta de Zamora y Pastrana en distinción a ese gran coro que hicieran juntos. A Julio Pardo le daríamos la calle Ancha, por la importancia de su emplazamiento y como premio a lo ancho y extendido de todo su recorrido musical. Al Libi le pondría la calle Sacramento, primero por lo larga que es y después por sus gustos conocidos por los misterios de la Santa Madre Iglesia. La avenida Juan Carlos I la renombraríamos con el nombre de avenida Juan Carlos de Aragón I, por los cambios que tiene en todo su trayecto y lo variado de sus barrios y de sus gentes. A Miguel Villanueva le asignaríamos la calle Marqués de Cádiz y le pondríamos un nuevo nombre, calle Villanueva, el Marqués de Cádiz. La plaza de las Viudas deberían llamarla Plazuela de Cárdenas Noly y Peñalver, en justicia a tan magistral chirigota. La calle Muñoz Arenillas debería llamarse calle Paco Rosado en virtud de Los cubatas que allí consumíamos en plena vía la juventud de nuestra época. A la punta de San Felipe le citaríamos Punta de San Felipe Martín por el carácter alegre y fiestero que derrochaba ese gran viñero. La plaza del Palillero le pondríamos el nombre de Plaza del Lobe en mérito a tantos años de trabajo en la farmacia de dicha plaza, y la calle Magistral Cabrera por la de Cabra el Magistral. La calle Libertad le llamaríamos Calle del Cascana por su libre y anárquico repertorio. A Don Vicente Sánchez le daríamos la calle Silencio por la evidente y ausente locuacidad de dicho concejal. A Lucía Pardo y Antonio Bayón le dedicaríamos la calle de Buenos Aires por lo nuevo y fresco de su repertorio. A nuestra alcaldesa la calle de Santa Lucía, porque no hay más ciego que el que no quiere ver y ella lo está.

Quedan muchas calles para que ustedes le cambien el nombre, la calle Pelota, la calle Goya, la calle Circo, Zorrilla, Santiago Terry, Cayetano del Toro y también José del toro.

A mí sí me lo permiten me quedaré con la calle La Paz porque nunca me han gustado las guerras ni pelearme con nadie, soy un pacifista que no quiere crearse enemigos para estar siempre bien con todos y no provocar tensiones, soy un hombre que está conforme siempre y no habla por no molestar, la calle La Paz es la más apropiada para mi forma de ser, aunque muchos preferirían verme en la calle Cielo.

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