Japón pretende cazar 333 minke en el océano Antártico durante la temporada 2015-16

Japón ha desvelado hoy más detalles sobre su plan de reaunudar la caza de ballenas en el océano Antártico, desoyendo el fallo que en marzo emitió la Corte Internacional de Justicia (CIJ), declarando que los programas nipones carecían de fines científicos y prohibiendo la concesión de nuevos permisos para capturar, matar y comerciar con dichos cetáceos.

Japón se escuda en que la cuota científica de ejemplares que pretende capturar va a ser menor: de las 900 minke que la Agencia de Pesca había estimado para la temporada 2015-16 se reduce el número hasta las 333. Japón, además, ha propuesto centrar la caza solo sobre esta especie de ballena (antes también eran objetivos de la flota nipona la ballena jorobada y el rorcual común).

Japón presentará su remozado programa científico de caza de ballenas en la próxima reunión del Comité Científico de la CBI prevista para noviembre, seis meses antes de que dicha Comisión celebre su encuentro anual.

El Gobierno nipón sostiene que la mayoría de especies de ballena no se encuentran en peligro de extinción y considera que puede llevarse a cabo una gestión que no desequilibre su estado de conservación.

«Las ballenas son animales sagrados para nosotros, por eso hacemos un uso sostenible de ellas y no forzamos a otros a consumir sus productos», han defendido los delegados y el ministro de Pesca ante los medios en numerosas ocasiones, sobre todo tras encuentros informales en el seno de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

Japón canceló su campaña científica de caza de ballenas en el océano Antártico para 2014 tras la decisión de la CIJ, pero no cesó la menos conocida en el Pacífico Norte, que tuvo lugar en verano.