Túneles, reflejos, cambio de luces... anticípate a situaciones frecuentes de deslumbramiento

Los deslumbramientos producen una contracción máxima de la pupila, molestias visuales transitorias y pérdida momentánea de la vista

ABC MOTOR

El deslumbramiento se origina cuando en el campo visual aparece una fuente luminosa de brillantez superior a la de la iluminación general. Se produce entonces una contracción máxima de la pupila y molestias visuales transitorias como lagrimeo, frecuente parpadeo y pérdida momentánea de la vista o «agujero negro», en especial si los ojos están adaptados a la oscuridad .

Así, esta luz, directa a los ojos o reflejada, provoca una situación crítica y peligrosa , ya que el conductor debe sobreponerse a unos segundos de ceguera momentánea mientras sigue circulando. Por lo tanto, reaccionar correctamente ante un deslumbramiento es importante para evitar situaciones de riesgo , ya sea de colisión con otros vehículos o de atropello a peatones que circulen por el arcén o por la calzada.

Ante esta situación, lo primero que debemos hacer es levantar el pie del acelerador para disminuir la velocidad, pero sin pisar el freno bruscamente, ya que podemos provocar un alcance con el vehículo que viene por detrás (su conductor también puede estar momentáneamente cegado). Y trataremos de mantener la trayectoria de nuestro vehículo para no salirnos de nuestro carril , ya que puede haber otros vehículos ocupando el arcén o aproximándose por el carril contrario en ese instante.

A continuación, desde la revista de la DGT detallan cinco situaciones frecuentes de deslumbramiento con otros tantos consejos para anticiparse al riesgo de quedar «a ciegas» al volante :

1. Túneles : Mucho cuidado con los contrastes lumínicos en las salidas de túneles o tramos oscuros similares -vías arboladas-. Para atenuar el «golpe» de luz en la salida, utilice gafas de sol o baje el parasol. Puede ser aún más brusco después de un tramo prolongado ‘a oscuras’. Durante todo el tramo, adapte la velocidad, respete el límite y mantenga una separación adecuada para evitar el riesgo de alcance con otros vehículos.

2. De noche : En condiciones de baja iluminación aumentan las probabilidades de resultar deslumbrado. La luz directa e inesperada de otro vehículo, en un cambio de rasante, una curva o un giro nos puede cegar. En estas situaciones, evite mirar directamente a la fuente de luz y utilice la línea del borde derecho de la calzada como guía. Circule con precaución durante la salida y la puesta del sol: pueden ser momentos críticos.

3. Cambio de luces : En carretera, de noche, evite deslumbrar a otros conductores cuando use las luces de largo alcance, cambiándolas por las cortas antes del cruce con otro vehículo. Si esto ocurre en curva, el conductor que circula por el interior debe ser el primero en realizar el cambio de luces para no deslumbrar. Igualmente, tenga precaución de no deslumbrar a los peatones si estos circular por el arcén.

4. Reflejos : Cuidado con los deslumbramientos indirectos, el reflejo de la luz en las fachadas de edificios o en las lunas de otros vehículos también puede provocar una ceguera súbita e inesperada. Si prevé estas circunstancias, tenga a mano las gafas de sol, despliegue la visera y evite mirar directamente.

5. Por la espalda : Nuestros retrovisores también pueden deslumbrarnos cuando reflejan la luz que llega desde atrás, ya sea del sol o de otros vehículos con los faros mal regulados. Los espejos pueden incluso multiplicar el deslumbramiento de reflejos procedentes de diferentes puntos.

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