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Los riesgos de la resaca al volante en seis datos

No sólo es una temeridad conducir tras haber ingerido alcohol, pues hasta la resaca posterior entraña peligros contrastados

Madrid Actualizado: Guardar
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Cualquier conductor sabe que el volante y el alcohol son totalmente incompatibles. Lo que muchos no tienen tan claro o quizá desconocen es que ese riesgo se mantiene en momentos posteriores a los de un exceso, cuando aflora la famosa resaca.

Pues bien, la DGT recuerda 6 datos clave que evidencian la temeridad que, justo entonces, supone manejar un vehículo. Casi por norma:

1. Se sobrepasan los límites de velocidad 4 veces más

2. Aumenta la media de velocidad en 15 km/h

3. Las invasiones del carril contrario se multiplican por 4

4. La dificultad para conducir se multiplica por 2

5. Las infracciones en semáfotos y señales de STOP se multiplican por 2

6. De media, se recorren unos 2.000 metros (ó 2 km) superando la velocidad legal

Se trata de datos contrastados incluso después de haber elminado del organismo el alcohol, como señalal la revista de Tráfico haciéndose eco de un estudio de la Universidad de Brunel efectuado a una decena de conductores antes y a la mañana siguiente de una noche intensa de fiesta.

El informe también recuerda que en momentos de resaca la actividad cardiaca se multiplica por 4, que la actividad cerebral se ralentiza hasta 16 horas después de haber desaparecido el alcohol del cuerpo, y que también se prolongan efectos hormonales como la deshidratación y la diruresis (mayor cantidad de orina). Sobre todo si bebemos mayor cantidad de alcohol de lo habitual, si lo hacemos con el estómago vacío, cuando dormimos poco y mal, y si nuestro estado de salud no es bueno y somos bebedores no habituales.

Los autores del informe indican que los efectos de la resaca son similares a los que provoca una fatiga acusada, con un peligro incluso superior al de conducir usando el teléfono móvil.

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