El RACE vuelve a pedir carreteras más seguras

La Semana Santa ha terminado este año con 41 fallecidos por accidente de tráfico en carretera, según la DGT. Aunque hay siete muertos más que en 2015, considerando el gravísimo siniestro en la autopista AP 7 en Tarragona, la tendencia de siniestralidad baja de 33 a 28 en este periodo de tiempo. Preocupa sin embargo el análisis de los últimos meses, con un aumento de los fallecidos por accidente respecto a 2015. ¿Se pueden reducir los muertos en carretera? El RACE cree que sí.

Y es que el análisis de los accidentes de tráfico en España durante la Operación de Tráfico arroja una doble lectura. Por una parte, aumentan los fallecidos por siniestro, pasando de 34 muertos en 2015 a 41 en 2016, lo que supone alcanzar una cifra similar a la del año 2011, cuando se perdieron 39 vidas en carretera.

En este sentido, hay que tener en cuenta el grave accidente del autocar en la AP 7, con 13 muertos. Por otra, se han reducido los accidentes mortales respecto a 2015, cuando se contabilizaron 33 siniestros, frente a los 28 de este año, una leve mejora en la reducción del riesgo en carretera.

El RACE estima que, frente a los datos recogidos en tan corto periodo de tiempo, hay que considerar la tendencia de los últimos dos meses de 2016, cuando se habrían producido más fallecidos que en 2015.

El club automovilista insiste en la necesidad de mejorar la inversión en carreteras, potenciar planes de renovación del parque automovilísticos (incluyendo a los vehículos seminuevos de hasta tres años con un paquete de seguridad mínimo) y desarrollar estrategias para incentivar el uso prioritario de las vías más seguras, aumentando la velocidad a 130 km/h en autopistas frente a la reducción a 90 km/h en carreteras convencionales, como se recogía en la Ley de Tráfico y Seguridad Vial.

En este sentido, lamenta que aún no se haya aprobado el nuevo Reglamento de Circulación, con el que se podría haber derivado parte del tráfico a las vías más seguras. Además, reducir el IVA en las vías de peaje animaría a utilizarlas con mayor frecuencia frente a las carreteras convencionales, siempre menos seguras.