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Así queda restaurado un Porsche 911 2.5 S/T que era pura chatarra

La marca germana ha desvelado un restaurado 911 con una historia llena de éxitos: el ganador del Grupo 3 en Le Mans 1972. Ha sido literalmente recuperado de las cenizas en una labor de dos años

Madrid Actualizado: Guardar
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Con motivo de la Techno Classica de Essen, Porsche Classic ha dado a conocer un restaurado 911 2.5 S/T con una historia llena de automovilismo «pata negra». Se trata del coche ganador del Grupo 3 en Le Mans 1972, y ha sido literalmente recuperado de las cenizas por los expertos de Porsche Classic. Una labor que ha supuesto dos años de trabajo.

Alexander Fabig, jefe de Porsche Classic en Porsche AG, recuerda así el estado en que encontraron el coche: «El 911 2.5 S/T fue redescubierto hace unos años por un coleccionista en Estados Unidos y estaba dilapidado. Lo hemos devuelto a su plenitud conforme a los más altos estándares de calidad. El hallazgo es una verdadera rareza: solo se fabricaron 24 unidades basadas en el 911 2.4 S Coupé, por lo que se trata de un proyecto de gran importancia histórica».

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El 911 2.5 S/T fue desarrollado para uso deportivo en el grupo 3 (vehículos GT de serie). Eran una versión modificada del 911 2.4 S Coupé para circuitos como la Targa Florio o Le Mans, así como para competir en rally. Costaban 19.000 marcos más, fruto de las modificaciones que dictaba el reglamento oficial de la época.

En 1971 se batieron en diversas competiciones norteamericanas y en el Campeonato del Mundo de Resistencia durante la temporada 1972. Uno de los conductores de por entonces fue Jürgen Barth, piloto de fábrica de Porsche y empleado de la división deportiva. Ganador de Le Mans en 1977, aún recuerda vívidamente aquellos días, incluso ahora, 44 años más tarde: «Mike Keyser me había invitado a Sebring a conducir el campeonato completo de resistencia de 1972, e incluso contrató a un pequeño equipo de televisión para que nos acompañe a través de la temporada».

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La restauración en sí planteó un verdadero desafío, sobre todo por el lamentable estado de la carrocería. Los expertos no tardaron en descubrir que había sufrido un accidente y que había sido reparado de manera poco profesional. Además de la deformación del túnel de transmisión y de los travesaños laterales, la corrosión había causado estragos, sobre todo a los pasos de rueda, el citado túnel y el techo.

Éste no tenía arreglo, lo que sugiere que niños lo habían utilizado como un compañero de juegos durante un período considerable de tiempo. En consecuencia, las reparaciones supusieron una compleja labor que incluyeron la restauración a mano de diversos componentes. Y, entre otros recibió un nuevo techo y un nuevo fondo de tanque.

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Una vez concluida la extensa labor de restauración metálica, el 911 2.5 S / T fue revestido de pintura por inmersión catódica (CDP), para protegerlo a largo plazo contra la corrosión de acuerdo con los más elevados estándares tecnológicos de serie. Finalmente, se sometió a la carrocería a un proceso de pintado con la tonalidad amarilla original (código 117).

Le Mans 24 ha sido una cita de vital importancia en la trayectoria de Porsche. Más de 800 de sus vehículos han participado desde la primera carrera de 1951, 103 de ellos han sido coronados por la victoria de su clase y 17 con triunfos absolutos en el circuito del río Sarthe. En realidad, por aquellos lares se mantiene como la marca de mayor éxito. Sus responsables aseguran que, por encima de la victoria en sí, carreras así suponen un campo de ensayo para el desarrollo de nuevas tecnologías en condiciones de gran dificultad. Ya lo avisó su fundador, Ferry Porsche: «El progreso técnico es impensable sin el deporte, auténtico vector de desarrollo».

Visto así, el restaurado 911 2.5 S/T viene a ser el precursor directo y del 911 Carrera 2.8 RSR (de Rennsport Rennwagen, o de las carreras deportivas a las carreras de coches), epítome del desarrollo de los 911 de carreras desde 1973.

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