Harley-Davidson, ¿por qué son motos tan especiales?

La firma estadounidense sigue despertando una atracción única en el mundo de las dos ruedas y sus seguidores son incondicionales de la marca

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Los propietarios de Harley-Davidson, reunidos en la Puerta de Alcalá de Madrid el pasado 8 de mayo Mario L. Clavero

Mario L. Clavero

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Son pesadas, no son las más rápidas, no son aptas para todos los terrenos…¿Por qué entonces tener una Harley-Davidson en el garaje? Son motos a las que se les pueden sacar infinidad de defectos, como a todas, pero tienen algo que a la gente le atrae. ¿El qué? Ni sus propios propietarios sabrían explicarlo. Es una de esas preguntas a las que solo se puede responder con el corazón. Porque no son máquinas racionales. Todo lo contrario: son pura pasión, y nada más.

No son las más vendidas, pero sí las más famosas. Si a cualquier persona de a pie se le pregunta por una marca, la respuesta está clara: Harley-Davidson . Porque forma parte de la historia reciente de la humanidad. Su fabricación se remonta a principios del siglo pasado, en 1903. No son las más antiguas del continente americano, pues ese mérito se lo adjudica Indian, fundada en 1901. Se convirtió en proveedor oficial del Ejército estadounidense en la Primera y Segunda Guerra Mundial, donde los soldados las dieron a conocer a los aliados. Era cuestión de tiempo que el gusto por las monturas fabricadas en Milwaukee también fueran objetos de culto para los europeos. Y como si de una religión se tratara no han parado de sumar feligreses a lo largo de su historia y no tiene pinta de que el número vaya a parar ni reducirse.

Con motivo de la 19 edición de la concentración KM0 (8 de mayo), organizada por Harley-Davidson Madrid, se citaron oficialmente alrededor de 340 motocicletas estadounidenses en la capital española. Y oficialmente porque eran las que estaban inscritas en un primer momento. El recorrido, que transitó desde Ciudad Universitaria hasta la Puerta de Alcalá, fue sumando participantes a medida que avanzaba la marcha. Llegando incluso a reunir cerca de 2.500 harleys en la céntrica plaza , según cifras de la organización. «El objetivo de la concentración es juntar al máximo de amantes de la marca. Es una mezcla de emociones porque llevamos dos años sin poder celebrarlo por la pandemia. Esta décimo novena edición es muy especial después de lo que hemos pasado. Lo de hoy (refiriéndose al día de la congregación) es inolvidable», asevera Ángel, uno de los promotores.

Convocar a tan ingente número de personas representa buena parte de la esencia del fabricante norteamericano, su incondicional comunidad . Desde el momento en el que compras una Harley pasas a formar parte de un ‘chapter’ (capítulo en inglés) que corresponde a una comunidad autónoma. Estos chapter organizan concentraciones, viajes y todo tipo de eventos que tienen un punto común: el amor por las motos y esta marca. «Llevo desde 2019 con el ‘chapter’, cuando me compré mi Harley. He estado en otros clubes, pero en este te lo pasas muy bien porque somos muchos y compartimos afición. Son personas con la que conectas de una forma brutal desde el primer momento», asegura a ABC David, uno de los jóvenes participantes del desfile KM0.

La historia de David con Harley-Davidson tiene su origen en una película. Porque cuando este fanático de las dos ruedas vio por primera vez ‘Terminator 2’ y a Arnold Schwarzenegger entrar en un bar y llevarse la Fat Boy de uno de los moteros al ritmo de ‘Bad to the bone’ tenía claro que algún día tendría esa moto en sus manos. «Cuando era pequeño vi la película de Terminator y me dije que yo iba a tener esa moto, y ahí la tengo. Es un sueño hecho realidad», añade mientras se le escapa una sonrisa nostálgica mientras observa su preciada posesión. Y como es inevitable surge la pregunta obligada: ¿Por qué una Harley?, a la que responde: «Antes tuve otras motos también estilo custom, pero Harley es otra historia . Cuando te montas en una por primera vez en el concesionario y te das una vuelta con ella ya no hay vuelta atrás. Es inexplicable».

A Harley-Davidson se le han dedicado películas, series de televisión, canciones, ropa... Todo. Pero aún así, desde hace varios años el mercado está dominado por los scooters, las naked y las trail. Y la moto estilo custom más vendida en España no es ni siquiera una Harley (se trata de la Honda Rebel 500 ). Pero no hay duda de que las estadounidenses son las más populares ¿Por qué? La respuesta es simple: Tienen algo.

Harley-Davidson, a través de sus dueños

Los amantes de las motos americanas cosen en sus chalecos diferentes emblemas. En la concentración llama la atención el chaleco de Jonathan . En su espalda luce la bandera de Venezuela . «En mi país nunca monté en Harley. Al venir a España conocí al presidente del ‘chapter’ de Valencia y a partir de ahí se empezó a crear un pequeño mundillo, pero no al nivel de aquí. En Venezuela apenas se ven Harleys», explica a ABC. «A los dos años de llegar a España decidí sacarme el carnet y tenía claro que quería una Harley, me compré una Sportster 1200 y a los dos años me compré mi Sport Glide . No sé por qué pero creo que tendré una Harley toda mi vida», dice orgulloso.

No hay edad para llevar una Harley. Como Alberto y Teresa , una pareja de veteranos valencianos que acudieron a la concentración en su Harley-Davidson Trike , un modelo de tres ruedas, y que reclaman algo que en su tierra no tienen y que también es sinónimo de la marca: la libertad. «En Valencia esto no se hace, o por lo menos a estos niveles. El Ayuntamiento de Valencia es muy ‘especialito’ para estos asuntos», excalama con irritación. «Para nosotros ir en Harley es un regalo. Estamos acostumbrados al estrés, a ir de un lado para otro corriendo y Harley es todo lo contrario. Es una vida contemplativa. Es ir a tu ritmo y vivir experiencias».

Harley no entiende de edades ni de sexo. Un ejemplo es Nuri , una malagueña que no se separa de su Road King y que viste solo con ropa de Harley (chaqueta, vaqueros, guantes y demás accesorios por imaginar) e inumerables pins que acreditan sus años como propietaria. «Soy harlista hasta la médula y yo como mujer lo vivo muchísimo», exclama entusiasmada. Además, Nuri no dedica su pasión por las motos a salir a rodar. Desempeña una labor que le he encomendado la misma firma: «Yo soy ‘Lady of Harley’, es decir, soy una mujer embajadora de la marca que se encarga de captar adeptas, por lo que tengo que animar a las chicas a que se unan a este espectacular universo».

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