David contra Goliath, la aventura de los Renault 4/4 en Le Mans

El Renault 4 CV, nuestro '4/4' en España, nace en 1947. Es un modelo popular concebido para motorizar una Francia de posguerra, pero hay quienes sueñan con metas más ambiciosas

En 1949 vuelven a disputarse las 24 Horas de Le Mans, y un Renault 4 CV está presente

S. M.

En 1945, las armas guardan silencio en Europa. La paz ha llegado pero las heridas del terrible conflicto bélico que ha sido la II Guerra Mundial, siguen ahí.

Le Mans, el marco de la más famosa de las carreras, el Grand Prix d'Endurace, no ha escapado a la destrucción. Primero la RAF británica y luego la Lutwaffe alemana han utilizado la recta de Les Hunaudieres como pista de aterrizaje y los boxes como hangares y talleres, lo que convirtió a las instalaciones en objetivo de bombardeos.

Pero cuatro años después, en 1949, el Automobile Club de L'Ouest, el famoso ACO organizador de la prueba, logra ayuda estatal para reconstruir las instalaciones y reasfaltar el trazado de La Sarthe (ya saben, parte el circuito permanente Bugatti y parte carreteras que se cierran al tráfico) utilizado para las 24 Horas de Le Mans, y con un entorno en el que aún quedan zonas donde no se puede entrar pues siguen minadas….

La inscripción es una mezcla curiosa de automóviles, muchos de antes de la guerra. Pero en este panorama no deja de llamar la atención un solitario Renault 4 CV, el modelo que en España conocemos como 4/4.

Un hijo de la guerra

A finales del año 1940, los alemanes han ocupado Francia. Charles Édouard Serre y Fernand Picard, dos ingenieros de Renault, lanzan la idea de un pequeño automóvil popular para cuando el conflicto acabe. El proyecto del 4 CV va tomando forma a espaldas de los ocupantes e incluso el propio Louis Renault desconoce el alcance de los trabajos. A principios de 1942, el motor de 757 cc da sus primeras vueltas. Ante el hecho consumado, Luis Renault aprueba el trabajo con la boca pequeña. El primer prototipo escapa milagrosamente de los bombardeos aliados. El segundo, que ha cambiado el aluminio de la carrocería y del motor por el acero, aparece dos años más tarde. Tras la liberación, la fábrica es nacionalizada y Louis Renault muere en prisión.

Pierre Lefaucheux, primer director general de la Regie Renault, aprueba el lanzamiento del pequeño automóvil, que es presentado al público en el Salón de París de 1946, y empieza a salir de la cadena de la famosa Isla Seguin en el mes de agosto de 1947.

El 4 CV es un modelo muy popular, con una importante lista de compradores. Pero no solo interesa a quienes buscan un medio de transporte o disfrutar de la libertad que conlleva un automóvil. También los amantes de la competición ven, al menos en los escalones más modestos, un coche para rallyes o circuitos.

En 1951 hay inscritos cinco coches oficiales y el nº 50, de Briat y Landon, gana su clase

La gran cita

Y esto debió pensar también Camille Hardy y Maurice Roger, al inscribir su 4 CV en las 24 Horas de Le Mans de 1949, en la «Clase de menos de 1100 cc». El sábado 26 de junio se da la salida. En la séptima hora de carrera, el Renault rompe una válvula de su pequeño motor de cuatro cilindros y 759 cc .

Pero se ha abierto una puerta y en la edición de las 24 horas de 1950, son cinco los 4 CV inscritos, siempre en manos de privados. Y esta vez, tres de entre ellos pasan bajo la bandera a cuadros el domingo 25 de junio, ocupando las plazas 24º (Sandt-Coatalen), 25º (Lecat-Pons) y 27 (Vernet-Eckerlein). El de Hervé Coatalen y Jaques Sandt, ha cubierto 171 vueltas (2314 kilómetros) a una velocidad media de 96,4 km/h. Pueden parecer cifras modestas, alejadas del Talbot -Lago T 26 ganador, de Louis y Jean Louis Rosier (256 vueltas, 3.465 kilómetros y 144 km/h de velocidad media) pero el coche de los Rosier tenía un motor de 4,5 litros…

Pero para la Regie Renault esta hazaña de Coatalen y Sandt no pasa desapercibida y, para 1951, en la salida de Le Mans hay seis 4 CV, de ellos cinco oficiales inscritos por la marca. Se trata del tipo R1063, unos «4/4» ya bastante elaborados, con un importante trabajo a nivel de motor (que ve su potencia incrementada hasta los 35 CV) y unas suspensiones posteriores reformadas. La cilindrada de los motores se había, ligeramente, reducido para poder entra en la clase 501 a 750 cc, una clase en la que el equipo formado por André Briat y François Landon se va a imponer a 111, 198 km/h de media. Otros dos 4 CV terminarán la dura prueba.

Esto hace que se renueve la operación en 1952, pero con menos éxito, puesto que, de los seis 4 CV, tan solo pasan dos bajo la bandera a cuadros el domingo. Eso sí, ocupando los puestos 15 y 17, este último el de Jean Rédélé, el futuro padre de los Alpine. A consecuencia de esto, la REGIE hace más discreta sus participaciones oficiales, incluso si otros 4 CV incluso con carrocerías aerodinámicas, serán inscritos hasta 1954.

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