Cinco opciones para repostar tu vehículo en casa
Desde cargadores inalámbricos para vehículos eléctricos o sistemas que permiten devolver energía del coche a la red hasta compresores de gas e «hidrogeneras» en miniatura
Acudir a la gasolinera quizás sea otra de las acciones cotidianas que pasarán a la historia en pocos años . El avance de la tecnología y la irrupción de combustibles alternativos al diésel y la gasolina ya permiten, o lo harán en breve, alimentar a los vehículos en nuestro propio domicilio, mediante un amplio abanico de opciones.
Cargadores eléctricos con y sin cables, acumuladores que permiten redistribuir la energía entre el coche y el sistema eléctrico, compresores de gas domésticos para nutrir el vehículo con GNC y hasta «hidrogeneras» (máquinas generadoras de hidrógeno) en miniatura son un ejemplo de estas alternativas. Algunas de ellas, como los puntos de recarga de vehículos eléctricos, ya están instalados en muchos garajes, y han propiciado incluso un cambio en la forma de entender la movilidad.
«El vehículo eléctrico está pensado para cargarse en casa », explica Fernando Pina, de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE). «Al llegar al hogar, lo pones a cargar y te olvidas. Si vas a dormir, programas la recarga para que se haga en horario nocturno y así gastar menos al aprovechar el exceso energético que hay en esas horas».
Durante la noche el kilovatio se paga entre 6 y 8 céntimos, mientras que por el día sube hasta los 14 céntimos. Es decir, programar el vehículo para que se cargue en horario nocturno, cuando la demanda energética es mucho menor, puede hacer que el coste de recorrer cien kilómetros con un coche eléctrico sea de apenas un euro.
Otra alternativa es la tecnología Vehicle-to-grid (V2G), desarrollada por Nissan. Gracias a un acumulador, posibilita almacenar la energía sobrante en el vehículo, y hasta puede ser una fuente de ingresos alternativa al permitir devolver energía eléctrica a la red, pudiendo, según la marca japonesa llegar a pagar una parte de la factura de la luz con el excedente.
Paralelamente, también se están solucionando los problemas de compatibilidad entre distintos modelos de conectores eléctricos, lo que facilitará su uso. Actualmente los sistemas más utilizados son cuatro: Schuko –compatible con un enchufe corriente–, SAE J1772 (Tipo 1), Mennekes (Tipo 2) y CHAdeMO. Su adopción varía en función de la marca y de la zona geográfica en la que se comercializa el vehículo, pero las instituciones ya se han puesto en marcha para unificarlos, en especial en lo referido a los cargadores de carga rápida.
«La Unión Europea ya ha regulado para que se utilice un nuevo estándar, CCS», explica Jon Asin , presidente de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive). «Es previsible que sustituya al CHAdeMO, aunque por ahora van a convivir». Asin es también responsable de movilidad eléctrica de la empresa vasca Ingeteam, que acaba de comercializar un cargador universal, con ambas tomas integradas, desarrollado en Navarra. Pronto este procedimiento se simplificará aún más: el año que viene BMW comercializará un cargador por inducción que permitirá recargar el modelo 530 e iPerformance de forma inalámbrica y en tres horas y media.
El sector también está explorando otras soluciones «a domicilio» más allá de la electromovilidad. La española Seat está desarrollando un compresor «del tamaño de una caldera» que permitirá recargar un vehículo de gas natural comprimido (GNC) mediante una acometida doméstica de gas ciudad. Este dispositivo, según explican desde la marca, está pensado para ser instalado en viviendas unifamiliares, y será compatible con cualquier coche impulsado mediante esta tecnología, que permite ahorrar entre un 30 y un 50% respecto a un diésel o un gasolina. Y, con vistas a un futuro más lejano, la compañía energética estadounidense Ivys ha desarrollado un prototipo funcional de «hidrogenera» en miniatura, capaz de alimentar diariamente a dos vehículos de pila de hidrógeno. Otra solución para llenar el depósito sin siquiera pisar la calle.
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Nissan: El coche paga la factura de la luz
La marca japonesa Nissan ha desarrollado un innovador sistema de carga bidireccional que permite utilizar los vehículos eléctricos como dispositivos energéticos móviles. Esta tecnología, denominada Vehicle-to-Grid (V2G, vehículo conectado a la red), permite que las fuentes de energía renovables se integren mejor y resulten más asequibles al bolsillo. Gracias a un acumulador, posibilita almacenar la energía sobrante, e incluso puede ser una fuente de ingresos alternativa al permitir devolver energía eléctrica a la red, pudiendo, según Nissan llegar a pagar una parte de la factura de la luz con el excedente energético. El software de la batería permite decidir con exactitud cuánta energía de la batería quieres suministrar y en qué momento. También garantiza que las baterías tendrán la carga máxima en el momento en el que el vehículo vaya a utilizarse.
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BMW - Cargador por inducción
El BMW 530 e iPerformance estrenará el año que viene un sistema de carga sin cables denominado Digital Charging Service. Consta de una base con una bobina primaria integrada, que puede instalarse en un garaje o en el exterior, y de una bobina secundaria en los bajos del vehículo. Un campo magnético alterno entre las dos bobinas genera una potencia de carga de hasta 3,2 kW y permite recargar el vehículo en tres horas y media. Al igual que los sistemas con cables, este mecanismo inalámbrico permite programar la hora de salida para que el vehículo esté cargado, y preacondicionar la temperatura del interior.
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Seat - Gas ciudad para el coche
Seat está trabajando en un dispositivo del tamaño de una caldera que permitirá recargar un vehículo propulsado mediante gas natural comprimido (GNC) a través de una acometida de gas de tipo doméstico. El mecanismo comprime el gas doméstico, cuya presión es de entre 3 y 4 kilogramos, hasta 14 kilogramos. El sistema, pensado para viviendas unifamiliares, está actualmente en fase de prueba temprana, y será compatible con todos los modelos propulsados con GNC. Permite recargar un vehículo en un período de tiempo de entre 6 y 7 horas, y ofrece autonomía suficiente para recorrer 400 kilómetros, que se ve ampliada gracias a un segundo depósito de gasolina.
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Cargadores unificados
Actualmente hay varios sistemas distintos de carga para vehículos eléctricos, de los cuales cuatro son los más utilizados: Schuko, SAE J1772 (Tipo 1), Mennekes (Tipo 2) y CHAdeMO. El primero, compatible con los enchufes europeos, es de carga lenta; el segundo permite carga lenta (16 amperios) y rápida (80) con modelos como el Opel Ampera o el Nissan Leaf; el Mennekes permite carga lenta y rápida con vehículos como el BMW i3, i8, Renault Zoe y Tesla Model S; y el CHAdeMo, que admite hasta 200A, se utiliza para recargas ultra-rápidas. Es el equipado para coches como el Nissan Leaf, Nissan ENV200, Citröen C-Zero, o el KIA SOUL EV. En los hogares, los expertos recomiendan únicamente instalar cargadores «lentos» para reducir los costes y maximizar el beneficio, y destinar los de recarga rápida a áreas de servicio. Su coste de instalación ronda los mil euros -aunque las marcas suelen hacerse cargo-. Con un euro de gasto en electricidad se pueden recorrer unos 100 km.
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IVYS - Una «hidrogenera» en el jardín
La compañía energética estadounidense Ivys presentó este año su primer prototipo funcional de «hidrogenera» en miniatura. Situado en Pensilvania (Estados Unidos), se trata de una estación de tamaño reducido capaz de producir y dispensar entre 5 y 10 kilogramos de hidrógeno al día. Una cantidad suficiente como para rellenar dos depósitos al día de modelos como el Toyota Mirai o el Honda Clarity (500 km de autonomía). El proceso, para el que sólo necesita una fuente de agua, una conexión a la red eléctrica y una salida de aire, dura cerca de una hora. El mayor problema por ahora, sin embargo, es su elevado precio: la instalación ronda los 250.000 dólares.
