Aparcamientos en batería: ¿mejor marcha atrás o de frente?

Igual que sucede en muchos otros aspectos cotidianos, cada persona tiene sus preferencias. En materia de aparcamientos en batería, basta echar un vistazo en un «parking» público o en un centro comercial para darse cuenta de la gran cantidad de vehículos estacionados «de frente», aun cuando en la autoescuela una de las lecciones básicas es la de estacionar el coche marcha atrás.

Para muchos conductores entrar de frente en una plaza libre es más práctico. Pero la decisión de hacerlo así no es la más segura.

Según explica el «blog Citroën», realizar la maniobra de estacionamiento entrando de frente puede resultar más directo o más natural. Pero tiene un riesgo, ya que el aparcamiento se realiza «a ciegas», ya que no se empieza a ver el interior del hueco hasta después de haber comenzado a meter el coche en la plaza libre.

En cambio para entrar marcha atrás primero hay que pasar por delante de ella, lo que da ocasión para verla en su totalidad y tener una panorámica completa del espacio disponible, su profundidad y altura.

También implica un menor riesgo dar marcha atrás con el coche hacia un hueco libre que dar marcha atrás con el coche hacia una calle o hacia el aparcamiento por donde circulan y hay movimiento de vehículos y de peatones. Y esta maniobra de marcha atrás, incómoda y arriesgada, es precisamente la que toca hacer cuando llega el momento de salir de una plaza en la que se ha aparcado de frente. En cambio habiendo aparcado marcha atrás la salida para incorporarse de nuevo al tráfico se hace de frente, con mucha más visibilidad.

Entre quienes argumentan a favor de aparcar marcha atrás —y aunque esto ya depende del nivel de inquietud de cada uno— aparcar de este modo se considera aparcamiento táctico o defensivo, ya que en caso de necesidad «permite huir rápidamente de un lugar».

El aparcamiento en batería, en oblicuo, en la vía pública se conoce como aparcamiento en espiga y tiene ventajas adicionales a las mencionadas antes, incluyendo una menor ocupación de superficie por coche, una invasión menor de la acera debido al voladizo del coche y ofrecer acceso al maletero desde la acera, que es más seguro que tener que salir a la calzada para cargar o descargar.