Nos vamos de ruta con el BMW X6 xDrive40d: Para viajar sin barreras

Este es un modelo, diésel mild hybrid con 340 CV, que aúna todo lo que necesitas: comodidad, espacio, seguridad, tecnología y consumo

M. Trigueros Rodríguez

Las vacaciones son un reto para cualquier vehículo. Tras un año de trabajo, encerrados en casa y con limitaciones de movilidad por la pandemia, al coche se le exige que sea un aliado para desconectar de todo y poder disfrutar. La respuesta perfecta para ello es el BMW X6 , un modelo que aúna todo lo que necesitas: comodidad, espacio, seguridad, tecnología y consumo . En este último apartado, la versión xDrive40d (diesel mild hybrid con 340 CV y etiqueta ECO) que hemos probado, ha sido muy contenido con poco más de 8 litros a los 100 kilómetros, sobre todo si tenemos en cuenta el tamaño (4,93 metros) y el peso (2.260 kilos).

Exteriormente el X6 es un coche que impresiona por sus dimensiones y sus líneas agresivas. La parrilla BMW Iconic Glow otorga un efecto especial al vehículo al iluminarse con una tira de LED, lo que resalta los tradicionales 'riñones' del frontal de la marca alemana. El acabado coupé, propio de los números pares de la serie X de BMW, le da un aire deportivo que se acentúa con todos los elementos propios del acabado M (llantas, tubos de escape y molduras).

La promesa exterior de deportividad del BMW X6 xDrive40d es solo una carta de presentación de la mecánica de este devorador de kilómetros. En su interior monta un motor diésel con 340 CV que es capaz de colocar a este gigante en 5,5 segundos de 0 a 100 km/h. Un corazón mecánico que hace fácil cualquier viaje, especialmente en autovía, pero que en terrenos más complicados también tiene respuestas gracias a distintas modos de conducción y sus tecnologías.

Tecnologías como el sistema de tracción total xDrive que envía toda la potencia a las ruedas traseras en condiciones normales y sólo envía potencia delante cuando se necesita. Con el paquete Offroad, que incluye un diferencial trasero autoblocante controlado electrónicamente, dota al X6 de mejores aptitudes para circular fuera del asfalto a través de varios modos de conducción: nieve, gravilla, tierra y rocas. Por último, la incorporación de eje trasero direccional en algunas versiones añade un plus de maniobrabilidad en espacios pequeños y mejora el comportamiento en carretera.

Estas ayudas técnicas se convierten en solución es a las posibles trampas en las que puedes caer durante el verano, como es el hecho de adentrarte en caminos arenosos cuando vas a la playa o en zonas complicadas en las que ningún otro vehículo se atreve a aparcar. Durante la prueba vivimos como el BMW X6 xDrive40d salía sin dificultad de zonas en las que otros coches quedaban atrapados.

Los modos de conducción, confort (el de arranque por defecto), eco y sport, dan distintas opciones de conducción -y de consumo- para cada momento. En viajes largos es conveniente colocarlo en la forma Eco, que amplía de forma importante la autonomía del vehículo al tener un consumo más contenido. Sin embargo, en contra de lo que podría pensarse, el modo Eco no reduce la alegría del motor que permite mantener una buena velocidad de crucero. El modo Sport es ideal cuando necesitamos que el motor lo dé todo en situaciones como los adelantamientos en vías convencionales.

El BMW X6 ofrece una instrumentación completamente digital de 12,3 pulgadas de serie, un equipo de infoentretenimeinto con una pantalla de 12,3 pulgadas y con conectividad a internet, además de un asistente personal con el que podemos mantener una conversación natural.

En recorrido por tierras gaditanas aprovechamos para descubrir las magníficas playas que hay entre Conil de la Frontera y Tarifa. Arenales inmensos, en los que perderse caminando, con un agua fría propia del Atlántico y con ese ambiente hippie y desenfadado que hace que a esta zona algunos la denominen Cadizfornia. Por suerte está zona está bastante protegida y en primera línea de playa no hay ninguna construcción que supere los dos pisos de altura.

Tomamos como base de operaciones Vejer de la Frontera, pueblo precioso construido en un monte de 200 metros de altura desde donde se divisa prácticamente desde Tarifa hasta más allá de Sanctri Petri, además de la costa de Marruecos. Más allá de la belleza de las playas y los paisajes, en este territorio tienes una oferta gastronómica de primer nivel, con el atún de almadraba como protagonista destacado sobre todos los demás, pero seguido de cerca por otros pescados y la carne de vaca retinta.

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