Mitsubishi ASX, recorremos 2.000 kilómetros con el versátil SUV japonés

Prueba de larga duración del todocamino japonés, un coche muy completo y hecho para durar

Unai Mezcua

El ASX empieza a ser uno de los veteranos en los concesionarios españoles. Lleva a la venta desde 2010, si bien Mitsubishi ha sabido ir aplicando actualizaciones que le han permitido mantenerse joven. La última, a principios de año, acaba prácticamente de llegar, dotando al todocamino nipón de un aspecto mucho más fresco y también algo más agresivo.

Estéticamente las principales novedades tienen que ver con la parrilla, al adoptar ahora la nueva Dynamic Shield de la marca, que hace que el frontal gane mucho más protagonismo. También hay cambios en las molduras de los parachoques, en las llantas (ahora de 18 pulgadas) y la paleta de colores (con dos nuevos, Rojo Diamond y Broce Coffee) y en el sistema de iluminación, que ahora es LED tanto delante como detrás.

El ASX es precisamente un modelo clave de Mitsubishi Motors en Europa, región donde concentra el 25% de sus ventas globales. Algo que ha logrado gracias a unas cualidades muy marcadas: durabilidad, buen rendimiento y buen precio . Cualidades que mantiene y potencia en su nueva iteración, como hemos podido comprobar de primera mano en una prueba de larga duración que nos ha llevado a recorrer 2.000 kilómetros en dos semanas, por todo tipo de rutas y terrenos.

En el interior, sobrio, todo está perfectamente ajustado , con recubrimiento blando en el salpicadero y cuero en los asientos, la palanca de cambio y el volante en nuestra unidad, con el nivel de equipamiento más refinado, el Kaiteki+. La sensación es que todo está hecho para durar, y de que efectivamente durará durante muchos, muchos kilómetros.

El protagonismo lo lleva un gran techo panorámico , y una amplia pantalla central de infoentretenimiento, de 8 pulgadas (una más que antes). A través de la misma se pueden visualizar vídeos (con el coche parado), la cámara trasera de aparcamiento -incluye alerta de tráfico cruzado para avisar de si se acerca algún vehículo) o el GPS, siempre a través de la conexión con el smartphone, mediante Android Auto o Apple CarPlay. Y el espacio es otra de sus grandes bazas, con hueco más que suficiente para que cuatro adultos viajen con mucho confort. El maletero, con 406 litros , no es especialmente grande para un coche de sus características, pero tampoco es pequeño; cuenta con un botón que permite su cierre de manera eléctrica y la posición y altura boca permite una carga y descarga fácil del equipaje.

En el apartado mecánico, el renovado ASX recibe un motor de gasolina actualizado de 2.0 litros y 150CV , con mucho par desde bajas revoluciones, agradable de llevar y muy efectivo en prácticamente cualquier situación de conducción. En nuestro caso, está asociado a una caja automática de tipo CVT, con seis velocidades y unas grandes levas alojadas directamente en la columna de dirección, al estilo Ferrari. También se puede escoger con cambio manual de cinco velocidades.

Aunque la combinación resulta confortable de llevar -el CVT adolece eso sí de la rumorosidad y flema habitual en este tipo de transmisiones-, no se puede decir que sea poco gastona. Raro es el trayecto en el que hemos bajado de los 8,5 litros a los cien kilómetros ( homologa 8,2 ). En el apartado de la suspensión, esta es la habitual en este tipo de modelos, McPherson delante y multibrazo detrás, suficiente para garantizar la estabilidad un buen agarre en curva, aunque algo incómoda al afrontar resaltos con cierta frecuencia.

No ayuda en el apartado del consumo la tracción total opcional que equipa nuestra unidad, y que vuelve a estar disponible en la gama del ASX tras un corto intervalo de ausencia. En autovía, por donde recorremos gran parte del kilometraje, no deja de ser un peso añadido, pero se agradece mucho al afrontar tramos embarrados y caminos un poco deshechos, por los que el ASX pasa con mucha solvencia. Es, además, uno de los pocos SUV de este segmento que la ofrecen, lo que lo convierte en una alternativa muy a tener en cuenta para quién necesite aventurarse con cierta frecuencia fuera del asfalto o viva en zonas donde sean frecuentes la nieve, el hielo o la lluvia.

La tracción total de hecho casa de forma excelente con un modelo como el ASX, sólido y alto, bien preparado para salir de la carretera -para un conductor consciente de sus limitaciones, eso sí-. Pero, debido al consumo añadido, es mejor que quién no la vaya a utilizar con frecuencia prescinda de ella a la hora de hacer el pedido. También es cierto que ofrece un extra de aplomo también muy de agradecer. Y puede desconectarse , gracias a un botón en el árbol central, que permite también elegir entre varios modos: 2WD (tracción delantera, para mejorar el consumo), 4WD Auto (gestión variable del par entre los ejes, desde el 98% delante y 2% detrás a 50-50%, para afrontar caminos o carreteras cubiertas de agua o hielo) y 4WD LOCK (primando al eje trasero).

El apartado tecnológico se completa, además de con la mencionada alerta de tráfico trasero -que funciona muy bien y nos ha evitado algún susto-, un sistema de alerta de salida de carril (LDW) con avisador acústico, asistente de frenada de emergencia (Mitsubishi lo denomina Sistema de mitigación de colisión frontal) con detección de peatones y gestor automático de luces (desconecta y conecta las luces cuando detecta un vehículo de frente en carretera). Incorpora además sistema de apertura y arranque sin llave.

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