Jeep completa su gama electrificada con los Renegade y Compass híbridos

Ambos modelos montan un motor de gasolina de 1.5 litros y 130 CV, combinado con una batería de 48 V

Patxi Fernández

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En 2021, de cada cuatro SUV Jeep vendidos en Europa, uno era 4xe. Una cifra significativa que mejora aún más en los dos primeros meses de 2022: las versiones 4xe representan una de cada 3 de las ventas totales de la marca Jeep.

Una tendencia que aumentará hasta alcanzar el objetivo de 100% electrificado. Para ello, la marca aumenta su oferta con las nuevas variantes híbridas de Renegade y Compass , que en la práctica suponen los modelos y versiones de acceso a la hibridación de Jeep. Gracias al nuevo sistema de propulsión e-Hybrid, Renegade y Compass ofrecen una alternativa completamente nueva en el segmento con tracción en dos ruedas.

Recurren para ello a un motor de gasolina de 1.5 litros y 130 CV, con una hibridación de 48 voltios. El motor eléctrico, que aporta 20 CV adicionales, está incorporado en la caja de cambios, con lo cual ambos modelos consiguen moverse en modo 100% eléctrico para realizar determinadas maniobras a baja velocidad, incluso marcha atrás, como por ejemplo a la hora de aparcar.

El Compass y el Renegade e-Hybrid arrancan y se ponen en marcha silenciosamente en modo totalmente eléctrico gracias a su función Silent Start. Sin embargo, esta es solo una de las funciones «EV» que se activa automáticamente. Por ejemplo, la Energy Recovery se activa por sí sola para recuperar la energía que se pierde durante las fases de desaceleración o frenado. En el primer caso, el modo e-Coasting actúa nada más quitar el pie del acelerador para reproducir la sensación de freno motor.

Por otro lado, la función e-Braking se activa al frenar para aumentar la recuperación de energía. Mientras tanto, la energía recuperada y la potencia suministrada se indican en el cuadro de instrumentos, y es posible ver el flujo de energía del sistema híbrido en la pantalla táctil del infoentretenimiento. Durante todos estos modos de conducción el motor térmico está apagado y desconectado de la transmisión.

Con todo, la gama e-Hybrid asegura una reducción del 15% del consumo de combustible y de las emisiones de CO2 respecto a las versiones gasolina equivalentes. Y además logran el distintivo medioambiental 'ECO' de la DGT.

En la práctica, tras probar en carretera y en una pequeña ruta 'off-road' el modelo Renegade, la electrónica es la que se encarga en todo momento en gestionar el modo de funcionamiento, en eléctrico, híbrido o de combustión. Los arranques son muy silenciosos, y las transiciones entre eléctrico y gasolina son imperceptibles. Además, gracias qa integra5r el motor eléctrico en el cambio de marchas , estas evolucionan de forma muy rápida, suave y progresiva.

No se puede afirmar que sea un coche para practicar una conducción deportiva, pero sus 130 CV nos garantizan las suficientes prestaciones para circular con tranquilidad tanto en autopista como en carreteras secundarias. No hemos tenido por el momento la posibilidad de circular en zonas urbanas, donde probablemente más se note la hibridació9ny el ahorro de combustible, pero en carretera el coche homologa una media de consumo de 5,7 l/100 km . Si bien en carreteras convencionales hemos logrado una media muy parecida, en autopista y sin superar el límite legal de velocidad, hemos llegado a hacer una media de 6,8 l/100 km, en un recorrido entre Madrid y Cuenca.

El interior también es 'Eco'

Pero estas dos nuevas versiones de Renegade y Compass no solo son 'eco' por su mecánica híbrida. Lo son también por los materiales reciclados y reciclables que nos podemos encontrar en estas nuevas versiones en su interior. Los dos vehículos disponen de alfombrillas y asientos fabricados con plástico reciclado recogido del océano, y las costuras también han sido realizadas con hilo sintético procedente de envases reciclados. Además se ha aplicado un un vinilo orgánico en la parte superior de os asientos.

En el Renegade, algunos de los paneles y componentes de plástico negro que se usan en el interior también derivan de materiales reciclados, específicamente de plásticos utilizados en los faros delanteros de los vehículos.

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