Automóviles súper lujoBlack Badge, el lado más oscuro de Rolls

La nueva serie especial y limitada de Rolls-Royce Black Badge, basada en los modelos Ghost (berlina) y Wraith (coupé) adopta una peculiar decoración en la que los habituales cromados dan paso a tonalidades negras lacadas.

Por ejemplo, sobre la clásica y prominente parrilla Partenón, el logoj de R doble y la estatuilla 'Espíritu del Éxtasis'. Ésta se convierte aquí en una suerte de lo que la marca llama vampiresa negra brillante.

La transformación impregna los otros símbolos propios del Ghost Black Badge y del Wraith Black Badge. Por ejemplo, el citado emblema de la R doble frontal, los faldones y la zaga adoptan un esquema 'negativo', plata sobre negro; todas las superficies cromadas han sido oscurecidas.

De paso, calzan nuevas llantas de aleación ligera y fibra de carbono, exclusivas para cada Ghost Black Badge y Wraith Black Badge encargado.

Desarrolladas por Rolls-Royce durante cuatro años, están hechas con 22 capas de fibra de carbono dispuestas en tres ejes y replegadas sobre sí mismas en los bordes externos para que sean 44 las capas que aporten robustez. La resistencia se acrecienta con un cubo de aluminio de calidad aeronáutica forjado en 3D, que se une a la llanta por medio de piezas del titanio aplicado a proyectos aeroespaciales.

Las múltiples capas de pintura y laca que se emplean para crear el negro Black Badge se pulen a mano repetidamente. Rolls confirma que se trata del proceso de aplicación y pulido más arduo que se haya usado en una pintura de color liso. El negro obtenido así es el más profundo, oscuro e intenso en un coche de serie.

A demanda

Con todo, los clientes podrán especificar cualquier color que deseen para la pintura exterior y para la piel del interior conforme al programa Bespoke. Precisamente, el habitáculo de un Black Badge se vale de avanzados materiales aeroespaciales de lujo con posibilidades ilimitadas.

Como elemento central de ese entorno figura una superficie decorativa de fibra de carbono entrelazada con aluminio de calidad aeroespacial. Combina hilos de aluminio de solo 0,014 mm de diámetro pegarlos con carbono. El material recibe entonces seis capas de laca y se deja secar durante 72 horas, tras lo cual se pule a mano para alcanzar un acabado brillante.

En el cuadro de mandos va incrustado un reloj Black Badge con manecillas de punta naranja y esfera adornada por el logotipo de la clase «Sin límites», que ya lució el Phantom Drophead Waterspeed.

Este logo también va bordado sobre la tapicería, de cuero negro con colores vivos Tailored Purple para el Ghost Black Badge y en Cobalto Blue en el caso del Wraith Black Badge. El toque definitivo es el techo negro interno, de efecto estrellado iluminado.

Mejoras técnicas

Mecánicamente, el bloque de gasolina 6.6 V12 del Ghost Black Badge aumenta potencia en 40 CV hast los 603 CV, y el par en 60 Nm (ahora 840 Nm). También hay mejoras en la transmisión automática de 8 velocidades. Como resultado, el Ghost Black Badge responde con mayor rapidez.

Por otra parte, cambios introducidos en la suspensión y la dirección, como los nuevos ejes de transmisión, garantizan mayores precisión y confort.

Por lo que toca al Wraith Black Badge, de 623 CV, recibe un pico adicional de par cifrado en 70 Nm, nueva configuración de la suspensión neumática, nuevos ejes de transmisión y transmisión mejorada de 8 marchas. Según la marca, gana agilidad y en rapidez de respuesta, con características más neutras en el paso por curva.

Rolls-Royce también ha mejorado los frenos de ambos Black Badge, aumentando en 2,5 cm el diámetro de los discos delanteros para que la respuesta del pedal sea más suave y directa. Por último, añaden luces delanteras LED automáticas. En cuanto al precio, habrá que sumar a los más de 305.000 euros que custa el modelo Ghost más básico, todos los extras que el propietario de una de estas unidades quiera añadir.