Bosch pide «tener la mente abierta» más allá del coche eléctrico

El fabricante de tecnología y componentes de automoción, que facturó 2.200 millones en España en 2020 (un 9,5% menos) apuesta también por el hidrógeno y los combustibles sintéticos

Nueva fábrica de semiconductores de Bosch en Dresde, que se inaugurará la próxima semana AFP

U. Mezcua

El coche eléctrico no es el único camino para la descarbonización del transporte. Así lo considera el proveedor de tecnología y servicios Bosch, cuyo presidente para España y Portugal, Javier González Pareja , reclama «mantener la mente abierta» para alcanzar la neutralidad climática que Europa se ha fijado como objetivo en 2050.

«Es esencial que no enfrentemos los enfoques tecnológicos, sino que los combinemos para lograr ese objetivo», aseguró Pareja durante la presentación de resultados de 2020 de la compañía en España. En este sentido recordó que en 2021 el grupo invertirá otros 700 millones de euros en electromovilidad, hasta un total de 5.000. Sin embargo, afirmó que « la tecnología de baterías tiene sus límites . Tiene más sentido en automóviles que en camiones pero poco sentido fuera de las carreteras y ninguno en barcos y aviones».

Por ello, el directivo insistió en que «se deben combinar los enfoques tecnológicos» y resaltó, por ejemplo, que Europa «no podrá alcanzar la neutralidad climática sin una industria del hidrógeno potente». En este objetivo también tendrán un papel los combustibles sintéticos, denostados por los grupos ecologistas, que les achacan un alto coste energético.

«Los carburantes sintéticos renovables son una solución para los vehículos actuales. Contribuyen a su descarbonización », afirmó Pareja, que insistió en que Bosch apuesta por incentivar su desarrollo. «En España la antigüedad del parque supera los 13 años.La única forma de que un coche térmico comprado hoy sea neutro es que sea alimentado por combustibles sintéticos sostenibles», manifestó González Pareja.

Ricardo Olalla , responsable de ventas del área de Mobility Solutions en España y Portugal, avanzó que las previsiones de Bosch es que en 2025 la mitad de las ventas de vehículos estén electrificadas, y un 10% sean cien por cien eléctricas. En 2030 el 60% deberían ser cien por cien eléctricas para cumplir con el objetivo de descarbonización que se ha impuesto la Unión Europea. «(Sus ventas) deberían crecer mucho más rápido de lo que lo han hecho hasta ahora», según González Pareja.

En cuanto a los planes para la futura normativa de emisiones de motores de combustión Euro7 , los responsables de Bosch han valorado positivamente el giro dado en los últimos meses, que dejarían de suponer la desaparición en la práctica de este tipo de motorizaciones. «Los planes eran tan irreales que se corría el riesgo de convertir una política medioambiental en una política medioambiental cuestionable», afirmó González Pareja.

Semiconductores de Bosch AFP

El pasado ejercicio Bosch facturó 2.200 millones en España, un 9,5% menos. El área de bienes de consumo (electrodomésticos y herramientas) logró récord de facturación en el segundo semestre. Por contra, el apartado de Mobility Solutions, que engloba el principal negocio de la empresa, proveer a la automoción, se contrajo un 10%, la mitad no obstante de lo que cayó la fabricación de vehículos.

El grupo ha conseguido ya la certificación de neutralidad en carbono en sus más de 400 instalaciones a nivel mundial, y se ha fijado el objetivo de dejar de emitir 67 millones de toneladas de CO2 para 2030.

Sobrecapacidad de producción

Para este 2021 Bosch espera una recuperación de la producción mundial de vehículos en el mundo desde las 78 millones de unidades de 2020 a 85 millones de unidades, que seguiría no obstante lejos aún del récord de 98 millones alcanzado en 2017. «El exceso de capacidad de los fabricantes es un lastre que nos influye a todos», advirtió González Pareja, que afirmó que la empresa es «particularmente consciente» de los cuellos de botella generados por la escasez mundial de semiconductores que, según sus previsiones, podría extenderse hasta comienzos del año que viene.

La próxima semana, de hecho, la empresa prevé inaugurar una nueva fábrica de semiconductores en la ciudad alemana de Dresde. Mientras, está reenfocando su área de Mobility Solutions, la responsable de proveer al sector automovilístico, para afrontar nuevos retos como la electrificación y la automatización. «Eso requiere de fuertes inversiones», advirtió el directivo. «Hacen falta y seguirán haciendo falta medidas para asegurar la competitividad», insistió, tras el anuncio, el año pasado, del cierre de las fábricas de Castellet y Lliçà d'Amunt, ambas en la provincia de Barcelona.

Sobre la segunda, su responsable de Recursos Humanos, Verónica Rodríguez , afirmó que «tenemos un año por delante para recolocar al máximo posible de empleados», tras el acuerdo de cierre ordenado hasta julio de 2022. «Ya han salido nueve o diez personas y en agosto lo harán 40 más. En diciembre habrá otra ventana de salidas. Estamos trabajando con las empresas de colocación y en la recualificación de nuestros trabajadores para que se les reconozca la experiencia», detalló Rodríguez.

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