Volkmar Denner, presidente del consejo de administración de Bosch
Volkmar Denner, presidente del consejo de administración de Bosch - Reuters
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Bosch fía su futuro a la conectividad, la inteligencia artificial y el coche autónomo

La multinacional facturó 73.100 millones de euros en 2016, un 3,6% más, aunque sufrió el impacto de la depreciación de la libra tras el Brexit

Renningen (Alemania) Actualizado: Guardar
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Para Bosch, el mañana será digital y conectado o no será. Así lo manifestó este jueves el presidente de su consejo de administración, Volkmar Denner, durante la presentación de los resultados anuales de la multinacional alemana, que en 2016 facturó 73.100 millones de euros, un 3,6% más.

Las cuentas de la multinacional se vieron lastrados por el impacto negativo de los tipos de cambio, inusualmente altos en 2016 debido a la depreciación de la libra esterlina, que ha caído más de un 10 por ciento desde el Brexit. Una vez descontado este efecto, el crecimiento de las ventas alcanzó el 5,5%, gracias especialmente al fuerte aumento registrado en Asia-Pacífico, donde su facturación creció un 8,3% (un 12% ajustado el tipo de cambio), y más moderadamente en Europa, donde registró un alza del 3,4% (un 4,8% sin la distorsión cambiaria).

En cuanto al primer trimestre de 2017, el grupo facturó un 12% más, registrando crecimientos en todas las áreas empresariales y regiones.

«El éxito empresarial de hoy nos permite un margen de maniobra suficiente para dar forma al mundo del mañana», aseguró Denner, que sintetizó el futuro inmediato de Bosch en una frase: «Desarrollar nuestros negocios actuales, abrir nuevas áreas de negocio y ocupar una posición de liderazgo tecnológico».

Para materializar esta apuesta, Bosch elevó en 2016 sus gastos en investigación y desarrollo ligeramente por debajo del 10%, hasta los 7.000 millones de euros. Una partida que, según desgranó Denner, se destinó principalmente a reforzar la posición de la compañía en campos como la movilidad autónoma y la interconexión digital de objetos cotidianos con Internet, conocido como Internet de las Cosas (IoT).

Bosch considera ambos campos claves para su futuro. Así, estima que, hasta 2020, el volumen global del mercado del Internet de las Cosas crecerá un 35% anual, hasta alcanzar los 250.000 millones de dólares. En 2016, la compañía vendió 27 millones de productos habilitados para su conexión a Internet, mientras que en 2020 prácticamente todo su catálogo de productos electrónicos contará con conectividad a la red.

El siguiente paso será ofrecer servicios asociados para cada producto, para lo cual invertirá 300 millones de euros durante los próximos cinco años en desarrollar y mejorar funciones de inteligencia artificial. El objetivo final es que, en el plazo de diez años, todo sus productos sean desarrollados, fabricados o equipados mediante inteligencia artificial. «La inteligencia artificial hará que la conectividad sea algo que se pueda experimentar a un nivel emotivo. Los asistentes digitales serán cada vez más inteligentes y liberarán a los usuarios de las tareas diarias», aseguró Denner.

Movilidad, el área que más crece

En materia de movilidad, el área de Mobility Solutions creció un 5,5% en 2016, siendo la que mejores resultados obtuvo de las cuatro que conforman la empresa -junto con Tecnología Industrial, Bienes de Consumo y Energía y Construcción-, dejando atrás el escándalo de la manipulación de las emisiones de óxido de nitrógeno (Bosch fabricó el software que manipuló Volkswagen).

En 2018, Bosch unificará todas sus divisiones relacionadas con la propulsión diésel, gasolina o eléctrica en el nuevo área Bosch Powertrain Solutions, que aglutinará a 88.000 empleados de los 390.000 que actualmente tiene en todo el mundo. Esta unidad será también la encargada de mejorar las actuales baterías que utilizan los vehículos eléctricos, para lo cual contará con una inversión anual de 400 millones de euros, y de continuar refinando los motores de combustión que, según cree la compañía, ofrecen todavía un gran potencial y «no deben verse restringidos por razones meramente políticas».

Respecto a la conducción automatizada, Bosch ya trabaja junto con Daimler en el lanzamiento de vehículos totalmente automatizados, algo que prevé que suceda a principios de la próxima década. La compañía se apoyará en su actual catálogo de sistemas de asistencia al conductor, que en 2016 generaron unas ventas de más de mil millones de euros. Un área que se verá reforzada este año con el lanzamiento del mayordomo móvil Bosch Automotive Cloud Suite, una nueva plataforma para servicios de movilidad que incluye alertas de circulación por el carril erróneo, diagnosis predictiva o servicio de aparcamiento conectado, que informa de huecos disponibles gracias a la conexión a la red.

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