Prueba

Prueba del Range Rover Velar: lujo británico con aspecto futurista

El Range Rover Velar combina de manera magistral la tradición de los 4x4 de lujo británicos con una apariencia futurista y deportiva, pero sin dejar de ser elegante. Veamos si, además, no es sólo ''una cara bonita''.

El Range Rover Velar llama la atención por su elegancia y originalidad Rubén Fidalgo

Rubén Fidalgo

Land Rover dio una llamativa vuelta de tuerca al concepto de su Range Rover y, con el nombre del prototipo usado para su desarrollo hace medio siglo, presentó el Range Rover Velar con una estética muy moderna , elegante y con un toque futurista. Nos hemos rendido a sus encantos y probamos aquí el Range Rover Velar HSE con el motor diésel V6 de 300 CV.

Si el Velar ya es llamativo de por sí, el ejemplar probado lo es todavía más gracias a esa pintura en acabado mate que le da un aspecto muy tecnológico y que no le sienta nada mal combinado con las enormes llantas en negro.

Sin lugar a dudas, la estética es uno de los mayores ganchos con los que cuenta el Range Rover Velar para seducir, además del lujo y los acabados propios de la división de lujo de la marca británica, pero, ¿Es el Velar algo más que una cara bonita?

El segmento de los SUV de lujo está muy competido. Cada vez hay más y mejores rivales en la categoría que inventó Land Rover cuando presentó su primer Range hace nada menos que medio siglo. Ahora ya no está solo sino que tiene que batirse el cobre con modelos como el Porsche Cayenne , Mercedes GLS, Audi Q8 , BMW X7… difícil decidirse por uno.

Range Rover Velar: Elegante y sport

El Velar consigue hacer girar las cabezas a su paso con una imagen que impone, no sólo por sus proporciones, también porque sus líneas tienen un puntito deportivo que se consigue gracias a un parabrisas muy tendido, una parte trasera redondeada y unos abultados pasos de rueda que dejan sitio a unas enormes llantas también muy llamativas. Eso sí, sus 22 pulgadas sólo tienen ventajas estéticas , el resto son limitaciones, sobre todo a la hora de conducir fuera del asfalto o aparcar, pues es fácil cortar un flanco.

Detalles como las manillas de las puertas enrasadas y que emergen al acercarnos al coche para permitir su apertura o las molduras en acabado metálico terminan de perfilar ese toque tecnológico/futurista que le sienta muy bien al Velar y que hace que resulte más atractivo y juvenil que su hermano mayor, el Range Rover, al que le ha robado protagonismo.

A nivel de acabados y ajustes, por fin un Range Rover no tiene nada que envidiar a sus rivales alemanes .

En el interior tenemos un ambiente muy acorde con lo que esperamos al ver sus líneas exteriores. En el diseño del salpicadero y los asientos se dan la mano la tradición británica y la modernidad, con unos butacones formidables y cuero recubriendo cada rincón y pantallas táctiles y mandos de aspecto futurista en la consola central e incluso en el volante, que estrena los primeros mandos táctiles del mercado.

Además de la excelente calidad de las pantallas táctiles , Range Rover ha puesto mucho empeño en que los gráficos y la infografía que se muestran en ellas sean de gran calidad y muy llamativos. La verdad es que parece un coche del futuro y la multitud de funciones se manejan con bastante facilidad en cuanto te entretienes una mañana en aprender todo lo que hay.

La postura de conducción es muy buena, con una perspectiva desde la que dominamos todo lo que tenemos por delante de nosotros. La visibilidad hacia atrás ya es otro cantar. Los gruesos montantes de la carrocería y la pequeña superficie acristalada hacen que tengamos muchos ángulos muertos. Por suerte, el Velar va repleto de cámaras y sensores que nos evitarán problemas con el tráfico y con las columnas y bolardos.

Un detalle que no me gusta de los modelos de Land Rover es donde han montado los mandos de los elevalunas. Están en el canto superior del panel de puerta, que es el sitio donde más agua cae en cuanto abrimos la ventanilla cuando llueve o está el techo mojado… y la electricidad y el agua se llevan mal.

Las plazas traseras son espaciosas, pero tampoco tanto como uno espera de un coche que se acerca a los 5 metros de largo y dos de ancho. Dos adultos viajarán bien, pero el tercero irá incómodo, sobre todo por la configuración del asiento en la plaza central.

La calidad de la piel y de los materiales empleados en el interior es sobresaliente , por encima de la que encontramos en rivales alemanes, que abusan mucho más de los plásticos que este Range Rover.

El maletero tiene una buena capacidad y formas muy cúbicas que lo hacen muy aprovechable. Además, con la suspensión neumática podemos bajar o subir el plano de carga para facilitarnos el trabajo de meter o sacar bultos pesados de él.

Por supuesto, si necesitamos más espacio podemos abatir los asientos traseros y transformar el Velar en un furgón de gran lujo.

Range Rover Velar: el límite es la factura

El equipamiento puede ser completísimo y la calidad de materiales y acabados excelentes. Rubén Fidalgo

El Velar es un modelo de gran lujo y su equipamiento de serie es muy completo, pero siempre hay quien quiere más. Para ellos, la marca ofrece una enorme lista de extras, posibilidades de personalización (cueros, molduras, tonos de tapicería…), opciones y accesorios de manera que podemos hacernos un Range Rover Velar a medida, eso sí, no sale barato.

La unidad probada cuenta con un importante arsenal de opciones, muchas de ellas incluidas en el paquete First Edition especial.

Tecnológicamente, el Velar es un coche moderno y bien equipado , así que es normal que disponga de asistentes avanzados a la conducción de última generación como el asistente de mantenimiento en el carril, el control de crucero adaptativo, alerta de colisión con frenado de emergencia, control de velocidad de descenso para conducción 4x4… todos de última generación y funcionamiento preciso.

La iluminación es muy buena y garantiza unos viajes nocturnos seguros y confortables. Rubén Fidalgo

Un apartado que llama mucho la atención es el de la iluminación. Los faros del Range Rover Velar hacen que se haga de día cuando conducimos por la noche , con una huella luminosa repleta de luz, muy homogénea y que hace la conducción muy segura y que tarde más en aparecer la fatiga.

En cuanto a los elementos de confort, también está muy bien equipado. Tenemos asientos climatizados con infinidad de reglajes para que viajar sea un placer, climatizador de 4 zonas, techo panorámico, asientos traseros con regulación eléctrica… y una iluminación de cortesía que hace que el habitáculo del Velar por la noche sea tremendamente acogedor.

En lo que respecta a la conectividad y multimedia, el Velar está bien equipado, pero se le notan los años y no puede competir con lo que ofrecen rivales que han llegado posteriormente, especialmente en lo que son los sistemas HMI (interfaz hombre-máquina), donde echaremos de menos el asistente virtual con inteligencia artificial que encontramos en Mercedes o BMW . Gracias a este sistema, introducir una dirección o buscar una canción en sus rivales más recientes es tan sencillo como pedírselo al asistente, mientras que en el Velar es más tedioso y carecemos de funciones que permitan una mayor interacción con el smartphone y aplicaciones específicas de la marca.

Range Rover Velar: sobre cualquier terreno

Como buen Land Rover, sus cualidades 4x4 son muy buenas. Rubén Fidalgo

Perteneciendo a Land Rover y llamándose Range Rover, el Velar no puede renunciar a ser un auténtico 4x4, y lo es. Eso sí, debemos tener en todo momento presente que sus neumáticos de 22 pulgadas son puramente para asfalto y que los faldones y la pintura son delicados a la hora de meternos en pistas y campo a través.

El sistema de tracción total y la suspensión neumática de altura variable son dos armas muy eficaces a la hora de conducir fuera del asfalto y también sobre él. En carretera bajamos la altura y el centro de gravedad, a la vez que endurecemos la suspensión y hacemos al coche más reactivo a las órdenes que demos con el volante. En el campo todo lo contrario y sorprende lo bien que se adapta.

Para facilitar el trabajo al conductor, el Velar cuenta con una serie de funciones con modos preseleccionados que buscan la combinación perfecta para lograr la máxima eficacia en diferentes tipos de terreno: nieve, barro, arena, rocas, asfalto… según la superficie sobre la que estamos, seleccionamos en el panel táctil la opción correcta y el programa se encarga de ajustar la suspensión, los diferenciales, el reparto de par del sistema de tracción y la respuesta del acelerador y la caja de cambios para que su respuesta sea la mejor en cada terreno. La verdad es que sorprende su eficacia.

Fuera del asfalto, con unos buenos neumáticos, el Velar se desenvuelve mucho mejor de lo esperable de un coche de este lujo.

Los frenos son escasos para detener un automóvil tan pesado. Rubén Fidalgo

En el otro extremo, la ciudad, los límites del Velar vienen impuestos por sus dimensiones. Con más de 2 metros de anchura, será difícil abrir las puertas en los aparcamientos en batería, lo mismo que acomodar sus casi 5 metros de longitud.

Eso sí, el tremendo aislamiento acústico, la facilidad de conducción que proporciona el cambio automático y el excepcional equipo de sonido harán que los atascos se vivan más relajadamente de lo que estamos acostumbrados.

En carreteras secundarias de trazado sinuoso es más ágil de lo esperado en un coche de este tamaño y peso. Las curvas lentas no se le atragantan tanto como uno se imaginaría y lo que sí que echaremos de menos es unos frenos más eficaces. Con casi dos toneladas y media en orden de marcha, detener el Velar lleva más metros de lo deseable.

En autopista y autovía es claramente donde mejor se desenvuelve. En ellas, el Velar es como un tren de alta velocidad en el que viajar con el máximo confort. El motor de 300 CV empuja mucho y los adelantamientos son tremendamente seguros , con unas prestaciones excelentes.

Lo mejor de todo es que estas prestaciones no nos pasarán una factura muy dolorosa en los consumos, siempre que nos mantengamos en los límites legales. Lanzados a fondo esta mole puede consumir cifras obscenas, pero a los máximos legales y con una conducción normal los consumos son sorprendentemente bajos para un coche de este peso, aerodinámica y potencia.

En concreto, los consumos del Range Rover Velar durante la prueba han sido :

• Urbano: 9 l/100 km

• Carretera: 6 l/100 km

• Autopista: 6,6 l/100 km

En definitiva, el Velar convence por su imagen de marca, por su lujo y por su capacidad de adaptación, ideal para ir al monte o un acto social, no desentona en ningún sitio.

Nuestra Valoración

7,8

Diseño:

9

Interior:

9

Motor:

9

Equipamiento:

6

Comportamiento:

7

Consumo:

7

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