Los coches más fáciles de hackear

La progresiva adaptación de la electrónica al mundo de la automoción está trayendo consigo un efecto no deseable: la vulnerabilidad de los vehículos a personas que con malas intenciones capaces de introducirse en sus sistemas de control de para hacerse con l0s mandos.

En ello indice un estudio de la consultora digital PT&CLWG, que muestra los cinco coches más fáciles de hackear y los cuatro más difíciles de manipular.

Los primeros han resultado ser el Jeep Cherokee de 2014, Infiniti Q50 de 2014, Cadillac Escalade 2015, los Toyota Prius 2010/2014 y el Ford Fusión de 2014. Y los segundos los Audi A8 de 2014, Dodge Viper 2014, Honda Accord 2014 y el Tesla Model S, extremadamente complejos de hackear.

El estudio se centró en el número de componentes que ofrecían vulnerabilidad para acceder a ellos desde agentes externos y en los sistemas afectados.

El Cherokee era fácilmente vulnerable a través del navegador, redes WiFi o Bluetooth, afectando a sus dispositivos de advertencia de cambio de carril, frenos, dirección, motor, control de velocidad de crucero o mitigador de accidentes. El Q50 demostró ser vulnerable a través de sus redes móviles, el Bluetooth y las ondas de radio, afectando al control de crucero, la dirección adaptativa, el acceso sin llave y los sistemas de asistencia a la conducción.

La consultora también ha definido como vulnerables el navegador, el WiFi y el Bluetooth del Fusion, además del WiFi y el Bluetooth del Escalade. Pero también como muy protegidos, entre otros, los sistemas telemáticos, el bloqueo de puertas o las conexiones de diagnosis de los modelos enumerados.