El RACE no solo apuesta por las autovías y autopistas; también por el límite a 130 km/h para motivar su uso.
El RACE no solo apuesta por las autovías y autopistas; también por el límite a 130 km/h para motivar su uso.

RACE apuesta por autopistas y autovías para reducir la siniestralidad

Ante el incremento de la siniestralidad en las carreteras secundarias durante 2014, con 1.131 muertos en carretera (tres menos que en 2013), el club automovilista recuerda que aún queda mucho por hacer y recomienda impulsar la circulación por las vías más seguras

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En este sentido, el balance 2014 dado a conocer por la DGT revela que 894 personas murieron en carreteras secundarias, un 79% del total de fallecidos, siendo la única vía donde aumenta la siniestralidad. Por el contrario, bajan los fallecidos en autovías (16% del total) y autopistas (5% del total).

De ahí que el RACE considere que se debería incentivar el tráfico por las vías más seguras, como las autopistas de peaje, subiendo el límite de velocidad a 130 km/h y rebajando el precio de uso, medidas que la asociación automovilística estima animaría a los usuarios a utilizarlas de forma más frecuente en detrimento de las más peligrosas carreteras de un solo carril por sentido.

El RACE alerta de la ralentización en la bajada de la siniestralidad, y añade que para mejorar estas cifras hay que potenciar la renovación del parque automovilístico y la inversión en carreteras.

En 2014 destaca la reducción de los fallecidos en vías interurbanas (pasan de 1.134 en 2013 a 1.131 el pasado ejercicio); de los accidentes mortales (de 1.000 a 981), y de los heridos graves (5.278 a 4.874), frente a un aumento de los siniestros mortales en furgonetas y camiones, así como en los accidentes en vías secundarias.

Formación, clave en la reducción de los accidentes

La distracción es la primera causa de mortalidad vial en España, y que afecta tanto a usuarios de vehículos como a peatones: no prestar atención al tráfico aumenta el riesgo de impacto, salida de vía o atropello.

Cuestiones como la fatiga al volante figuran entre las primeras causas de accidentalidad en carretera. De ahí que mejorar la formación supone, por un lado, concienciar a todos los usuarios de la vía, ya sean conductores o peatones senior en las ciudades. Por otro, la formación en la conducción, mejora la respuesta ante un imprevisto en la vía, mejorando la reacción. Esta formación permitiría reducir, a su vez, el número de accidentes laborales relacionados con el tráfico, como los que se producen al ir o al volver del trabajo, o durante la jornada laboral. Mejorar la formación es hacer conductores más seguros y responsables.

Mejora de las infraestructuras

España cuenta con una red de carreteras de 165.593 km, de los que 26.038 km son de la Red de Carreteras del Estado (RCE), con el 51,6% del tráfico; 71.385 km de las Comunidades Autónomas, con el 42,6% del tráfico; y 68.174 de Diputaciones, que acaparan el 5,8% del tráfico restante.

Las inversiones en mantenimientode estas vías de 2010 a 2012 han descendido de 2.437 millones a 1.775 millones (-27%). Según el titular de la vía, el descenso ha sido del 36% en el caso de Diputaciones y Cabildos, seguido del 26% para la RCE y del 24% en las CCAA.

El Informe EuroRAP 2014, en el que participa el RACE, concluyó que un 9,54% de los tramos de la RCE presentan un riesgo alto o medio-alto, un total de 132 tramos que alcanzan 1.921,5 km fueron catalogados como de riesgo elevado, y 38 tramos (472,7 km) recibieron la calificación de riesgo alto, los conocidos como 'Tramos Negros'.

Renovación del parque y mejora del mantenimiento

Según datos de la DGT, el parque de turismos en España tiene una media de 10,9 años, que aumenta cuando se trata de vehículos implicados en accidentes con víctimas, superando los 12 años de antigüedad.

Por otro lado, se sitúa el mantenimiento del vehículo, sobre todo de los neumáticos. Una de las conclusiones del informe presentado por el Observatorio Español de Conductores (DUCIT) señalaba que, por culpa de la crisis, el 70% de los automovilistas españoles habían reducido los gastos en partidas tan importantes como el mantenimiento del vehículo, las reparaciones, el uso de autopistas de peaje, el cambio de neumáticos (una de cada cuatro ha tenido que retrasar la sustitución de las ruedas), o las coberturas del seguro.

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