Tráfico, primera fuente de contaminación urbana

El constante crecimiento del número de vehículos ha contrarrestado las mejoras tecnológicas en la eficiencia de los motores implementadas en los últimos años. Si embargo, hay alternativas para reducir estos niveles que no pasan necesariamente por renunciar al coche, como el carsharing que promueven firmas como Avancar: asegura que con su propuesta cada usuario reduce las emisiones de CO2 de 500 a 725 kg por año.

El carsharing ofrece coches y furgonetas por horas o días, pagando solo por el tiempo utilizado, con el gasto de carburante, seguro y mantenimiento incluidos. Las valoraciones de esta compañía señalan que por cada coche compartido se reducen 17 vehículos particulares en ciudad, y estima que en pocos años el 10% de la población adoptará su solución como forma de transporte habitual.

Además, la flota de carsharing vehículos cuenta con automóviles híbridos que aprovechan mejor la energía que los convencionales y emiten menos CO2. Esta clase de flotas suelen tener una antigüedad inferior a 2 años, frente a la media de 11,5 años de los coches que circulan en España y que emiten un 95% más de partículas que los nuevos.

La práctica del carsharing también mejora hábitos, pues racionaliza el uso del coche en muchos desplazamientos. Según estudios de Avancar, el 35% de sus usuarios apuesta por ir a pie y caminar 2 km al día, un 15% va en bici y un 47% utiliza el transporte público con más frecuencia.