Viveros en ruina en la Casa de Campo

Una valla. Esa ha sido la solución elegida por el momento para evitar más derrumbamientos en los viveros de la Casa de Campo. Hace más de un mes parte de las mesas de cultivo de vinieron abajo por el abandono y la falta de mantenimiento. «No sólo resulta un peligro para los trabajadores», apunta la portavoz de Medio Ambiente de IU, Raquel López, «sino que es un ejemplo más del deterioro de servicios y patrimonio público que están provocando los contratos integrales».

Cabe recordar que los viveros de la Casa de Campo (gestionados por una UTE en la que están, entre otras, Ortiz y Eulen) se integran en un contrato (Lote 3, en concreto) por el que el Ayuntamiento abonará unos 77 millones en ocho años con una posible prórroga de dos (entró en vigor el 1 de noviembre de 2013).

«Además de esta deficiente conservación», añade López, «este contrato permite la compra en viveros privados que es lo que está haciendo mientras que en los viveros municipales sobra producción; es decir los vecinos y las vecinas pagan dos veces lo mismo». Según el pliego de condiciones el plazo para solventar deficiencias es de un mes. «No creemos que poner una valla se considere solventar una deficiencia».