Imagen del comedor en la escuela Vicente Aleixandre de Alcorcón
Imagen del comedor en la escuela Vicente Aleixandre de Alcorcón - jaime garcía
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El fiasco de los comedores escolares: sólo 500 niños se apuntaron al programa regional

Como ya avanzó ABC, la demanda apenas cubrió el 10% de las plazas ofertadas para combatir la desnutrición infantil en verano

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Como ya avanzó ABC en julio, la demanda de plazas en los comedores escolares dispuestas por la Comunidad para garantizar las necesidades alimentarias de los niños más desfavorecidos de la región quedó muy por debajo de las expectativas. Tal vez fuera porque el programa llegó muy tarde -se estrenó el 14 julio tras el cambio de Gobierno-, lo cierto es que la medida aprobada por el Ejecutivo de Cristina Cifuentes no tuvo los resultados esperados: apenas 500 niños se acogieron al Plan de Comedores Escolares, según confirmó ayer el consejero de Educación, Rafael Van Grieken, quien admitió que estas cifras obligan a repensar la medida para mejorarla el próximo año.

La Comunidad dispuso una partida de 4,5 millones de euros para el programa de comedores, que además del sustento alimenticio ofrecía la inclusión de los niños con menos recursos económicos a las actividades veraniegas organizadas por unos setenta ayuntamientos de la región.

La previsión del equipo de Cifuentes era que 5.500 alumnos se acogerían al programa, que se extendía a 160 colegios de la región. El presupuesto dispuesto permitía atender las necesidades báscias de hasta 16.000 alumnos, según la Consejería.

Desde la Consejería de Educación esperaban en julio que la demanda creciera en agosto, una vez conocido que sólo 600 niños se inscribieron al programa, como avanzó este diario. Calculaban que el cierre de «algunos comedores que dependen de los ayuntamientos» hiciera crecer la demanda del programa regional. En agosto se amplió además la oferta en la capital, en tres institutos: en Usera, Carabanchel y Puente de Vallecas.

Pero la cifra no subió del medio millar de niños acogidos al programa, lo que obliga a repensar la forma para mejorar el programa, según reconoció ayer Van Grieken. Una de las claves de la baja afluencia de niños es que el Ayuntamiento de Madrid, entre otros municipios, se descolgó del plan de la Comunidad y optó por copiar las medidas dispuestas por la anterior alcaldesa, Ana Botella, de comidas y cenas servidas a domicilio para no estigmatizar a los niños.

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