32 años de cárcel para un hombre que mató a una policía tras un atraco

Disparó por la espalda a la agente tras arrebatarle el arma reglamentaria al compañero de la fallecida cuando huían del atraco a una Oficina de Correos

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La Audiencia de Madrid ha condenado a 32 años y dos meses de prisión al hombre que mató el 8 de agosto de 2012 a una policía municipal tras un atraco a una oficina de Correos situada en la calle de Eduardo Barreiros de la capital, informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad madrileña.

El único condenado por estos hechos, tras la muerte en prisión del otro acusado, disparó por la espalda a la agente tras arrebatarle el arma reglamentaria al compañero de la fallecida durante la huida tras el atraco, según declara probado la sentencia de la Sección 29 de la Audiencia Provincial. Pablo P.S. ha sido condenado a la pena referida como autor de delitos de asesinato, robo con violencia e intimidación, homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas.

La resolución relata que el acusado, de común acuerdo con el otro procesado que falleció mientras se encontraba en prisión provisional por estos hechos a la espera de juicio, entró el día referido en la sucursal de Correos con un arma de fuego y un cuchillo de grandes dimensiones.

Una vez en el interior el condenado se dirigió a un empleado de la sucursal y apuntándole con el arma le gritó «esto es un atraco» y a continuación se dirigió a la jefa del servicio y le conminó a que abriese la caja de seguridad de la oficina y a que le entregase todo el dinero que hubiera en su interior.

Persecución mortal

Después del asalto se dio a la fuga junto con su compinche hacia la avenida de los Poblados hasta que ambos fueron interceptados de forma inmediata por una patrulla de la Policía Municipal. Se inició entonces una persecución hasta que el vehículo policial se cruzó en el camino de la furgoneta en la que iban los atracadores para que se detuvieran.

A continuación un agente descendió del coche y esgrimió su arma reglamentaria para que los atracadores depusieran su actitud y se dirigió a la ventanilla del conductor de la furgoneta, momento en el que Pablo P. efectuó un disparo con el arma de fuego que llevaba con el ánimo de acabar con la vida del policía, que resultó herido en un hombro, cayó al suelo y perdió su arma reglamentaria.

Pablo P. bajó de la furgoneta, recogió el arma del policía y se dirigió hacia el otro lado del vehículo, donde se hallaba la agente María del Carmen P.M. con las manos en el capó tras haber sido desarmada por el compinche del fallecido.

La Audiencia agrega que aprovechando la situación de indefensión de la agente y como había hecho instantes antes con el otro policía, Pablo P.S. accionó el gatillo de la pistola y le disparó por la espalda provocando su fallecimiento de forma inmediata.

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