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«La vida me ha tratado muy mal. Es hora de acabar con ella»

Ese fue el mensaje de un hombre a una amiga por una red social, angustiado por sus problemas económicos. Agentes de la Policía Nacional lograron que depusiera su actitud

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«La vida me ha tratado muy mal. Es hora de acabar con ella». Ese fue el desesperado mensaje que envió un hombre a una amiga a través de una red social, acuciado por sus problemas económicos. Esta, sin dudarlo un segundo, avisó a la sala del 091.

Hasta la vivienda, situada en la calle de Cea Bermúdez, en el distrito de Moncloa, se personó un coche patrulla de la Policía Nacional. Eran las 15.30 horas. En su interior (un octavo piso) se encontraba el angustiado sujeto, quien resultó ser un ciudadano iraní de 52 años. Los agentes tocaron el timbre con insistencia. Nadie respondía, por lo que acudieron al portero de la finca en busca de las llaves, pero no tenía ninguna copia.

Este les indicó que el inquilino carecía de familia en España, dado que esta residía en EE.UU.

En vista de la situación, los agentes subieron a la terraza del edificio para ver si desde ahí podían entrar a la casa. Sin embargo, comprobaron que todas las ventanas, salvo una, tenían rejas. Por ello, y ante la posibilidad de que el sujeto estuviera ejecutando su mensaje, solicitaron la presencia de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.

Cuando llegaron, observaron cómo el hombre salía al balcón del piso, tambaleante, con intención de precipitarse al vacío. Los intervinientes lograron convencerle para que depusiera su actitud. Así, consiguieron que les abriera la puerta. Estaba muy nervioso e indicó que estaba atravesando una mala situación económica, por lo que llevaba tres días muy agobiado.

Dejó una carta y envió un mail a su familia

Presentaba unos cortes en el antebrazo izquierdo y había enviado una carta a sus familiares de EE.UU. por mail en la que les explicaba los motivos por los que iba a quitarse la vida. Otra copia del escrito la había dejado sobre una mesa, junto a su documentación. Fue trasladado hasta la Fundación Jiménez Díaz, en donde recibió el alta. Los hechos ocurrieron el pasado 27 de abril.

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