Botella busca pactar con la oposición para aprobar la Operación Chamartín antes de irse

Ana Botella, a 30 días de finalizar su mandato, quiere regalar a Madrid la Operación Chamartín, rebautizada como Desarrollo Castellana Norte desde el pasado mes de enero, un proyecto de máximos beneficios para la ciudad. Y quiere hacerlo aunque los plazos jueguen en su contra. ¿Cómo? Acortando pasos forzando la revisión del plan parcial de prolongación de la Castellana con el consenso mayoritario de los partidos de la oposición. La alcaldesa reveló a ABC que con que el PSOE le dé su apoyo celebrará un pleno extraordinario para hacer posible este ensanche que lleva 20 años paralizado por los «tiras y aflojas» políticos y los frenazos judiciales.

El plan se encuentra en la siguiente situación: la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid dio luz verde al plan especial el pasado 19 de febrero.

Pasó al Pleno para someterlo a información pública. El 17 de abril finalizó el plazo para presentar las alegaciones al mismo y se han recopilado 1.800 –que tienen que ser estudiadas una a una–. Posteriormente debería pasar por la comisión de Urbanismo (la última se celebra este viernes y no da tiempo a ver todas las alegaciones), para después aprobarlo en otro pleno (el último de la legislatura es el próximo 28 de abril). Acontinuación, la Operación Chamartín volvería a la Comunidad de Madrid para su despegue definitivo. Pero no hay tiempo para todo este proceso.

Botella advierte de que si no consigue el apoyo socialista, dejaría su aprobación para el próximo Gobierno de Madrid. Todo pese a que el Partido Popular puede sacarlo adelante en solitario con su mayoría del Ayuntamiento. Pero al tratarse de un ambicioso proyecto que requerirá una gran inversión pública quiere contar con el resto de fuerzas –de los 6.000 millones de euros que costará, 1.200 lo pondrán los propietarios del suelo: Adif,Fomento,Comunidad, Ayuntamiento, EMT y Canal de Isabel II–.

Sugieren más debate

El Grupo Socialista, a la espera de que Botella le haga la propuesta oficial, parece que prefiere que se debata más sobre el proyecto. «No parece razonable forzar la aprobación a menos de un mes de las elecciones. La aprobación acelerada propuesta por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento resulta precipitada y fuera de toda lógica», considera Marcos Sanz, responsable de Urbanismo por el PSOE.

Esta iniciativa del Ejecutivo local llega en un año clave para este desarrollo urbanístico. El pasado 30 de enero se desbloqueó el plan con un acuerdo firmado por las tres administraciones que lo diseñaron –el Ministerio de Fomento, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento– y la empresa Distrito Castellana Norte, formada por el BBVA (con un 75,5% de las participaciones) y la constructora San José (con el resto). Este convenio suponía la modernización de más de tres millones de metros cuadrados en este espacio en desuso de la Castellana, destinando el 80 por ciento del suelo a infraestructuras públicas. Además, se abarató la inversión. En 2011, cuando se aprobó el plan parcial urbanístico, se hablaba de 11.000 millones y en enero se rebajó a 6.000.

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