La Coruña se vuelca en la despedida de las víctimas del rally mortal

El luto se prolonga por segundo día consecutivo en las localidades de Cambre, Carral y en todo el área metropolitana de La Coruña. Seis de las siete víctimas mortales, provocadas por el accidente en el Rally coruñés, descansan en los cementerios mientras se multiplican las preguntas sobre las causas de la fatalidad y el por qué sucedió lo que no estaba previsto. Las respuestas se agolpan y el razonamiento repetido por los expertos, basado en la descripción del recorrido: «Una recta prolongada y una curva previa», contrasta con la evidencia de los hechos y con un desenlace inesperado.

Sin embargo, desde las autoridades municipales hasta las escuderías y los propios pilotos buscan respuestas. Todos concluyen que peligro «siempre existe», pero alertan contra una tentación inculpatoria indiscriminada. En este sentido, el presidente de la Escudería Deza, Antonio Rodríguez Troitiño, se reiteró en que «el piloto es experimentado» y tampoco quiso arrojar ninguna duda sobre el comportamiento del público.

«No le echo la culpa a que el público estuviese muy metido», dijo para remitirse a la fatalidad como explicación evidente y probable. Sin embargo, el piloto que conducía el Peugeot 206 tendrá que ir a declarar al juzgado. Según confirmó ABC, el testimonio lo prestará cuando supere el «shock emocional» en el que lo dejó sumido el siniestro del pasado sábado.

En parecidas circunstancias se encuentran los vecinos de la localidad coruñesa de Carral. Uno de los ejemplos es el del empleado de Correos, José Mosquera. Esta mañana, según relató a ABC, se enfrentó a uno de los días más tristes desde que empezó a trabajar en el pueblo. Además el sepelio de la niña de 11 años en la jornada de hoy prolonga «un mal sueño» de una localidad que se encontraba en las vísperas de sus fiestas patronales.

La situación producida en el Rally de La Coruñadeja un sinfín de reacciones, todavía condicionadas por el impacto de las muertes, pero que llaman a la reflexión. Una de las más significativas es la del presidente de la Escudería Coruña, Ernesto Rumbo, que remarcó que «en seguridad todo dinero es poco».

La tragedia, ocurrida en el marco de una competición deportiva, despertó una ola de solidaridad sin precedentes. Las autoridades políticas gallegas, comenzando por el presidente de la Xunta, y los alcaldes pueblos y ciudades visibilizaron su apoyo a los vecinos y a las familias de los fallecidos. Ahora todos esperan a la investigación y aspiran a saber por qué todo ocurrió de esa manera.