El Bosque da Fervenza es un centenario paraje que el río Miño anega periódicamente
El Bosque da Fervenza es un centenario paraje que el río Miño anega periódicamente - turgalicia

«E si chove»... a los bosques gallegos

Tanto si eres gallego como si estás visitando la Comunidad, estas son las soluciones para poder disfrutar de la lluvia

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Deja a un lado las quejas por la lluvia de los últimos días de agosto. Si has viajado a Galicia y a estas alturas de tus vacaciones ya te has mojado mientras caminas por el casco urbano de la localidad que habías planteado visitar, o si eres gallego y el mal tiempo te ha chafado más de un día de playa en la última semana, piensa en verde. «E si chove...» refúgiate en los bosques gallegos, pero sin paraguas. No necesitas más que buen calzado y un fino chubasquero —frío no hace— para disponerte a disfrutar del aire húmedo, el musgo y la frescura que en pocos semanas comenzarán a crujir y a caer de los árboles con la llegada del otoño.

Las opciones para elegir son muchas y variadas. Encontrarás un bosque cercano al que merece la pena dedicar el día con independencia de la zona de Galicia en la que te encuentres. Una opción son los Ancares. Desde la Axencia de Turismo de Galicia apuntan que Ancares y Courel «conforman la mayor reserva verde de Galicia. Lobos, jabalíes, zorros, y corzos son algunos de los animales que podréis llegar a contemplar si os animáis a recorrer alguna de sus bellas sendas. Hasta no sería imposible encontrar el rastro de un oso o quizás un urogallo». Tiene infinidad de rutas «que atraviesan valles y montañas, serpenteando entre castaños, robles, hayas, abedules y hasta encinas».

Otra opción puede ser Manzaneda -Trevinca, donde se encuentra la montaña más alta de Galicia (2.127 metros) y cuenta con frondosos, profundos y escondidos bosques. Y si te quieres sorprender con un bosque de laureles, la Isla de Cortegada, en la Ría de Arousa, es la recomendación por la que debes decantarte. Se trata de «una rareza botánica que visitan expertos de todo el mundo». En ella encontraréis, además, arboles centenarios que «esconden tierras que fueron cultivadas en otro tiempo; una ermita que se desmorona, un pueblo fantasma sin habitantes, y un cruceiro que lo contempla todo».

De nuevo en el interior, el sur orensano cuenta con el Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés, con «bosques que conviven con un paisaje granítico de montaña. De sus abruptas laderas se descuelgan torrentes y cascadas». Podréis ver «las míticas cabaniñas o chivanas, donde se refugiaban los ganaderos», águilas reales y buitres».

Es imposible que no te haya convencido ninguna opción. Pero si ya conoces estos parajes, aún podemos recomendar, las Fragas do Eume, el gran bosque atlántico de Galicia; el centenario Bosque da Fervenza que el río Miño anega periódicamente; el Souto da Retorta, también conocido como Eucaliptal de Chavín, cerca de Viveiro; o la Fraga de Catasós, a las afueras de Lalín.

Ver los comentarios