Xulio Ferreiro, alcalde de La Coruña, durante el pleno extraordinario de este viernes
Xulio Ferreiro, alcalde de La Coruña, durante el pleno extraordinario de este viernes - efe

El caos se apodera de La Coruña

Juntas desconvocadas, rectificaciones en las órdenes del día y defectos de forma ponen en evidencia a la Marea

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La Marea Atlántica no lleva ni dos meses en el Gobierno coruñés y sus traspiés se cuentan ya por decenas. Juntas desconvocadas, rectificaciones en las órdenes del día y defectos de forma en las convocatorias ponen en evidencia su condición de neófitos en cuanto a gestión municipal se refiere. Y mientras el caos se apodera de María Pita, a Xulio Ferreiro, que es alcalde gracias al apoyo de PSOE y BNG, se le atraganta la minoría.

Los diez concejales del PP y el único edil nacionalista le tumbaban este viernes su plan para modificar el presupuesto, con la ayuda de la abstención del PSdeG, que cuenta con seis ediles en la corporación. Un modificativo de 4,5 millones de euros que, según la versión del Ayuntamiento, se llevó a pleno para «hacer frente a las facturas pendientes del anterior Ejecutivo local».

Una supuesta «ruina» con la que, a juicio del PP, Ferreiro solo intenta tapar su «incompetencia», al tiempo que le sirve de excusa para justificar el haber «hecho añicos su programa electoral». Como ejemplo, el exregidor popular Carlos Negreira se refería ayer a la promesa de municipalizar el servicio de la ORA.

Pero no solo los conservadores, que este viernes se veían obligados a defender de nuevo una gestión económica que apuntaba a un superávit al cierre de 2015, acusaron al munícipe de mentir. El BNG no tardaba en tomar la palabra para recriminar a la Marea su «falta de autocrítica» y «necedad». La formación frentista desmentía así que no hubiera margen de maniobra para la elaboración del modificativo, tal y como arguyó Ferreiro, que a su vez recriminó la «falta de miras de populares y nacionalistas».

Un pleno bronco en el que la oposición en bloque afeó el recorte de varias partidas de inversión: 145.000 euros en educación, 550.00 en deportes, 390.000 en empleo... y hasta 2 millones. «El PP no va a apoyar nunca recortes de la Marea en gasto social», recalcaba el líder de los populares coruñeses durante su intervención en la sesión, en la que además destacó el «desorden y la improvisación» del grupo de gobierno desde su toma de posesión.

Y una cosa llevó a la otra y el cruce de acusaciones fue inevitable. Los reproches de Negreira se centraron en la ausencia del alcalde, de vacaciones, cuando se tenía que haber negociado el modificativo. En voz alta, lamentó «la falta de diálogo y la soberbia» de la segunda fuerza política en la ciudad. El portavoz del grupo popular se mostró muy crítico con unas actitudes que «demuestran que a Xulio Ferreiro le falta guión».

Poco atinado, el alcalde, al que no gustó que le afeasen sus días de descanso, dejó bien claro que no permitirá lecciones de ética de «un partido que está siendo relacionado todos los días con tramas de corrupción». Así en su versión suavizada a la salida del pleno, porque dentro acusó claramente a Negreira de militar en «un partido corrupto». Frente a los ataques del primer edil, el representante conservador le retó a presentar pruebas de su afirmación bajo amenaza de presentarle una querella criminal.

«Ética impecable»

«Tenemos un grupo de Gobierno y un equipo con una ética impecable. No entendemos, por tanto, que un partido que, según dicen los jueces, está relacionado con sobres y con reformas de sus sedes políticas con dinero negro venga a darnos lecciones», señaló.

«Aún voy a tener que preguntarles cuándo me puedo ir de vacaciones», le espetó Ferreiro a Negreira cuando este le recordó que tampoco estaba en la ciudad en el momento en el que el monte de Bens estaba ardiendo y en plena Semana Grande. El regidor realizó ayer un alto en sus vacaciones de quince días para asistir a la sesión plenaria y la Junta de Gobierno.

Concretamente, en esta última el equipo de la Marea dio luz verde a la suscripción de una operación de crédito a corto plazo por valor de once millones de euros para corregir los problemas de «liquidez» del Concello, una situación que también atribuyen a la corporación anterior por hacer «una política de gasto irresponsable». En este sentido, el propio Negreira le recordaba ayer que «simplemente con haber convocado la Junta de Emalcsa ya podrían haber tenido a su disposición 5,5 millones de euros».

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