Los taurinos coruñeses reprochan a la Marea que una edil posea acciones en una empresa de pieles

La reciente publicación de las declaraciones de bienes patrimoniales de los miembros del grupo de gobierno de La Coruña, el de la Marea Atlántica, ha otorgado a las peñas taurinas un arma arrojadiza contra el equipo de Xulio Ferreiro. En los documentos presentados figura que la concejala de Justicia social y cuidados, Silvia Cameán Calvete, posee acciones en las empresas Carniceiros Coruña S. A. y Pieles de Galicia S. L. por valor de 5.002,28 y 1.666,35 euros respectivamente, con un 33% de su titularidad por vía de una herencia paterna. La primera de las sociedades se define en su web como el «matadero municipal» de la ciudad y la segunda está recogida en el Registro Mercantil como una empresa de comercio al por mayor de cueros y pieles.

La Coordinadora de las organizaciones de aficionados a los toros, que representa a 14 grupos y 900 abonados, denuncian el «doble rasero» de la Marea al juzgar los festejos taurinos y las declaraciones patrimoniales de Cameán. Con los mismos puntos del programa electoral que sirvieron de argumento a Ferreiro para eliminar la Feria de la ciudad en la mano, los aficionados se preguntan si estas empresas son compatibles con la filosofía de una formación que aboga por una ciudad «libre de maltrato animal». En el mismo sentido, el documento que contiene las medidas con las que la Marea concurrió a los comicios advierte que su objetivo final es alcanzar un modelo de gestión basado en el «sacrificio cero».

El coste de los toros

En paralelo a la acusación de los aficionados coruñeses, el Ayuntamiento ha publicado este domingo el coste que supusieron los festejos para las arcas municipales desde el año 1995, cifrado en un total de 2,2 millones de euros. Los datos presentados vienen a corroborar lo expuesto en las semanas anteriores tanto por las peñas como por la empresa promotora, el hecho de que en la actualidad el ayuntamiento corría únicamente con los gastos de acondicionamiento del recinto, como acontece con eventos de otra índole, tras la retirada de la subvención en 2012 por el gobierno de Carlos Negreira (PP). Precisamente sobre este apartado se produce otra de las discrepancias, ya que Xulio Ferreiro defiende que dicho acondicionamiento costaría este año unos 60.000 euros cuando en los tres últimos ha oscilado entre los 32.000 y los 41.000.

Otro de los puntos reveladores es el relativo al último año que hubo que indemnizar al empresario, en 2013, cuando tuvieron que abonar más de 140.000 euros, muy lejos de los 10.000 que estima el actual alcalde que serán necesarios para rescindir este contrato.