Díez, en la Muralla por la que batalló para convertirla en Patrimonio de la Humanidad
Díez, en la Muralla por la que batalló para convertirla en Patrimonio de la Humanidad - muñiz
entrevista joaquín garcía díez | exalcalde de lugo

«Orozco no supo continuar la transformación que iniciamos»

Consciente de que los escenarios electorales siempre son distintos, Joaquín García Díez cree que «el PP tiene ahora una nueva oportunidad y debe saber aprovecharla»

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«20 años, ¡Dios mío! ¿tantos?». Joaquín García no se había parado a hacer las cuentas desde aquel 1995 en el que lograba la mayoría absoluta para el PP en Lugo. Férreo defensor de que para ocupar puestos de responsabilidad política debería ser casi obligatorio haber tenido una experiencia municipalista, el actual representante de Lugo en el Congreso confiesa que su paso por la Alcaldía fue uno de los momentos más dulces de su carrera política.

—Su caso aún se estudia en las facultades. Tenía mayoría absoluta y sin embargo no repitió como candidato...

—No sé si se estudia en las facultades. Yo creo que en aquel momento fue coherente con lo que pensaba. Dije lo que dije, di las explicaciones que consideré que tenía que dar y no me gusta revolver la historia.

No soy persona de buscar enfrentamientos, de generar fricciones, y menos dentro de la organización en la que uno trabaja. Al enemigo en política hay que tenerlo identificado y, normalmente, está fuera de tu casa.

—Visto en perspectiva, ¿cuál cree que fue su mayor logro como alcalde?

—A mí no me gusta hablar de mis logros, pero sí me siento orgulloso de cosas que hicimos. Conseguimos despertar en la conciencia de los lucenses que teníamos algo mucho mejor de lo que nos creíamos y que podíamos potenciar, y así dejar de mirar con envidia a otras ciudades. Para mí esto fue una especie de filosofía política que me llevó a impulsar proyectos. Cosas que en un principio parecían imposibles como la restricción de tráfico en el recinto amurallado o que la Muralla fuera declarada Patrimonio de la Humanidad. Yo he recibido respuestas, algunas muy curiosas, diciéndome que no iban a dar ninguna subvención, que qué empeño tenía yo en esta declaración…, de los mismos que luego estaban en primera línea de la foto.

Se me identifica como el alcalde que peatonalizó y recuperó el casco histórico, pero hay cosas como las que acabo de citar o el cinturón verde que rodea la ciudad de Lugo de las que estoy muy orgulloso como alcalde.

—Localismo. ¿Le gusta la palabra? —Vivimos en un mundo tan globalizado que mirarse el ombligo no lleva a nada. Yo siempre he dicho que hay que aprender de todo lo que se ve en el mundo, que hay que viajar más, mirar, ver y aprender de otros lugares.

—¿Han perjudicado los localismos especialmente a Lugo y Orense?

—Yo no lo localizaría solo en Lugo y Orense, ni mucho menos. Mire lo que pasa en Vigo y es la ciudad más grande de Galicia. Allí da la sensación que hay un localismo casi de frontera y siempre en pugna con otras ciudades de Galicia. Con un alcalde (Abel Caballero) que parece que hace del pugilato su manera de sobrevivir.

—Usted abandonó la vida política local, pero en 2007 regresó. ¿Qué le movió a volver?¿Se arrepiente?

—Bueno, me lo pidieron, el partido y muchos vecinos de la ciudad. Había mucha gente que añoraba aquella etapa del 95-99 y que creyeron que yo podía recuperarla. No le voy engañar, después de salir por la puerta de adelante, no entraba en mi agenda la candidatura, pero cuando haces de la política tu forma de desarrollo profesional no puedes estar solo a las maduras. Yo acepté aquel difícil reto, conseguimos bajarle los humos al alcalde socialista robándole la mayoría absoluta y luego practicamos una política responsable. Si predicamos que sea la lista más votada la que gobierne, y en aquel momento era la suya, lo sensato era apoyarle, sacar adelante proyectos importantes para la ciudad con independencia del color político.

—¿Es Orozco un alcalde tan difícil de batir como parece?

—Los resultados están ahí, pero puede que no se le pueda atribuir a Orozco todo el mérito. Habría que reflexionar sobre si los contrarios hacemos todo lo correcto. Es evidente que el tiempo siempre desgasta. Ahora el PP tiene una nueva oportunidad y debe saber aprovecharla, sin olvidarnos que Jaime Castiñeira ganó las anteriores municipales, pero el pacto hizo que gobernaran las fuerzas perdedoras. Los escenarios electorales siempre son distintos y no va a ser fácil, pero habrá que saber torear con los toros de esta ganadería.

—¿Qué valoración hace de la gestión de Orozco?

—No me gusta hablar de personas que han ocupado o ocupan el mismo puesto que yo, pero sin hablar de personas ni cuestiones concretas, es una pena que durante estos años no se haya aprovechado el cambio tan brusco que se le dio a la ciudad durante nuestro gobierno. Orozco, además de apropiarse de algunos de nuestros proyectos, tenía que haber continuado aquella transformación que iniciamos. Es una cuestión de saber establecer prioridades, especialmente cuando los recursos escasean, y en Lugo no han sabido. No se ha tenido claro un proyecto de ciudad y se han ido dando bandazos.

—¿Está instalada la corrupción en Lugo. «Operación Pokemon», «Muralla», «Campeón»… o es lo que se nos ha querido vender?

—No voy a negar unos hechos que son evidentes. Particularmente me da mucha pena y vergüenza. Que con estas causas Lugo abra telediarios durante meses daña seriamente la imagen de la ciudad. Sea del partido político que sea, a mí no me gusta que ninguna persona de Lugo salga relacionada con algún posible caso de corrupción.

—¿Le pasará factura a Orozco su supuesta implicación en la «Pokemon»?

—A mí nunca me ha gustado utilizar lo que se denomina pena de telediario con ningún compañero o político. Me parece peligroso que cualquier partido utilice el supuesto delito hasta que no haya una sentencia en firme como arma arrojadiza contra el rival. No seré yo quien ponga el dedo señalando a nadie, los ciudadanos tendrán que valorar.

—¿Qué le faltó al PP para la mayoría absoluta en 2011? ¿Suerte, programa o candidato?

—Diría que un poco de suerte, porque nos quedamos a escasos votos. La campaña fue buena, hubo debate y calle.

—Con Besteiro en retirada y Orozco señalado por De Lara, ¿es el ahora o nunca para Jaime Castiñeira?

—Nunca es muy duro. Jaime está poniendo toda su energía en ello, me consta, y tiene a todo un equipo detrás, pero sí es cierto que cuando uno lo intenta varias veces sin resultado le puede llevar a dejar paso a otros proyectos. Se entendería, pero tenemos que pensar en positivo y que ganará las elecciones.

—¿Cómo se ve Lugo desde el escaño en el Congreso?

—Se ve cerca, la ciudad y sus problemas. Hablo mucho de ellos con los ministros. Además sigo viviendo en Lugo.

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